• ¿Contradicción de Morena en la alianza con el PRI en la Cámara de Diputados? • La Guardia Nacional podría ser buena medida pero habrá que revisar “la letra chica” del dictamen que instruye su creación. • ¿Cómo traducirle al ciudadano común que la alianza Morena-PRI en la Cámara de Diputados Federales, es más o menos igual de “sana” que las alianzas del tricolor en el pasado?
Con las medidas políticas que
se observan en la Cámara de Diputados donde la alianza Morena-PRI es evidente,
surge la pregunta sobre el cómo los recalcitrantes morenistas procesarán esta nueva
condición que contradice todo lo señalado desde la trinchera del nuevo grupo
político ahora en el gobierno en tiempos de campaña y que tiene más que confundidos
a muchos ciudadanos.
Desde luego que por el bien de
la nación, se pueden proponer todo tipo de alianzas posibles.
Pero debe quedar bien claro
que en efecto es por el bien de la nación, y no una medida que solo busca
ponderar la supremacía de una fuerza por sobre otra, por ello las autoridades
emanadas del nuevo partido en el poder federal tienen mucho que hacer para
explicar a la ciudadanía el cómo actuar de ahora en adelante y sobre todo justificar
ante sus fieles seguidores que ha valido la pena aliarse con el muy cuestionado
PRI.
En esta mezcla un tanto
extraña que pone en entredicho la lealtad y congruencia ante los principios de Morena,
es definitivamente una muestra de que lo que menos importa es lo que se dijo en
la temporada de proselitismo electoral.
Cómo traducirle al ciudadano
común el que la alianza Morena-PRI en la cámara de diputados federales, es más
o menos igual de “sana” que las alianzas que en su momento hizo también el tricolor
con otras fuerzas en el pasado justamente para sacar adelante las reformas
promovidas desde la presidencia del país.
Lo contradictorio del asunto es
que aquí en la entidad, prácticamente al mismo tiempo que se daba esta alianza
para sacar la propuesta de nueva Guardia Nacional, la dirigente del tricolor Gabriela
Cisneros ha hecho fuertes acusaciones al gobierno que encabeza el presidente Andrés
Manuel López Obrador.
Seguramente en el fondo la
intención de establecer una Guardia Nacional es efectivamente la de alcanzar el
gran anhelo ciudadano de regresar a la senda de la paz ciudadana y seguridad en
todos los sectores del país. Por lo menos en los mismos niveles de tranquilidad
que ya se registran en Baja California Sur.
Para ello será necesario
cuidar que los artículos transitorios de la ley, que “la letra chica” deje bien
claro cómo se desenvolverían los integrantes de este nuevo cuerpo de seguridad.
Sin embargo, lo que no deja de
llamar la atención es la implicación política que representa el hecho de que
Morena haya tenido que utilizar los votos de diputados del PRI cuando
justamente este tipo de alianzas fueron severamente cuestionadas en su momento por
quienes ahora ostentan el poder federal.
A poco más de dos meses de iniciada
la actual administración es evidente que el partido Morena que llegó al poder
el pasado primero de diciembre, no es el mismo que se observa ahora y esa
metamorfosis política demuestra que efectivamente está dispuesto a todo por
lograr sus pretensiones en a través del poder legislativo federal, incluso con alianzas
con el tricolor que podrían resultar socialmente muy costosas.
La ciudadanía en su momento
tendrá la palabra.
Por supuesto aún falta mucho
por suceder.
Ya veremos qué pasa.