• Eduardo Vázquez Martín informó que se creará una cátedra o programa permanente en honor del Nobel de Literatura
Ciudad de México. Tanto las
cenizas del poeta y Premio Nobel de Literatura 1990 Octavio Paz (1914-1998)
como las de su esposa Marie-José Tramini –fallecida el 26 de julio pasado–
reposarán en el patio central del Antiguo Colegio de San Ildefonso (ACSI), debajo
de un árbol y frente al mural La trinchera, de José Clemente Orozco, confirma
el antropólogo Eduardo Vázquez Martín, coordinador ejecutivo del recinto a
partir del primero de febrero, aunque la presentación oficial será el día 5.
Según el ex secretario de
Cultura de Ciudad de México, “con la muerte de Marie-José las cenizas de Paz
quedan liberadas, porque ella quería que la acompañaran hasta el final. Por
otro lado, Paz no deseaba ir a la Rotonda de las Personas Ilustres, información
que nos llega por varias personas, como Christopher Domínguez y Alberto Ruy
Sánchez, además de que a la Rotonda no entran parejas.
Por otro lado, existe la
historia del amor que se prodigaba la pareja, inseparables desde el día en que
se conocieron.
En entrevista, Vázquez Martín
señala que las cenizas ya están disponibles; lo que falta es preparar el
espacio en el que van a ser depositadas. Para esto la Universidad Nacional
Autónoma de México pidió al equipo museográfico del ACSI que hiciera una
propuesta. Agrega: la arquitectura del paisaje exacto de cómo se va a hacer aún
no está resuelto; sin embargo, tiene que ser algo que se incorpore sin
disonancia ni estridencia al patio. Por tanto, todavía no hay fecha para el
acto.
Para Vázquez Martín, el
depósito de las cenizas de la pareja marcará una vocación adicional para el
ACSI: el aporte del espíritu de Paz, por medio de su pensamiento, al lugar
donde el también diplomático cursó sus estudios de preparatoria, además de
convertirse en epicentro poético del mundo y, posiblemente, lugar de culto.
Más allá del elemento
funerario, el nuevo coordinador del ACSI propone crear una cátedra o programa
permanente de reflexión con el nombre del homenajeado, que abra la posibilidad
de discutir mil cosas, porque Paz no sólo es el gran poeta, sino un pensador de
lo mexicano, con una perspectiva antropológica del país, de su historia, del
mundo, así como las pasiones ideológicas de las artes y vanguardias. Al tocar
sus temas podemos convocar a una conversación pública permanente para que no se
convierta en mausoleo.
También se contempla una sala
dedicada a la obra y persona de Paz. Vázquez Marín recordó que el ensayista
escribió el poema Nocturno de San Ildefonso (1976), en el que habla de esa
juventud y ese deseo de cambiar el mundo, donde quizá como forma de autocrítica
dice que a esa generación revolucionaria y transformadora si algo le faltó fue
quizás humildad frente a esas ideas y esos sueños. El ACSI cuenta con una placa
alusiva a dicho poema.
Vázquez propone abordar otra
dimensión de la palabra paz. Es decir, la relación entre cultura y paz; es un
espacio pertinente para pensar en la relación entre la cultura y la
construcción de la convivencia.