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Hoy es lunes, 25 de noviembre de 2024

Biblioteca Palafoxiana exhibe 18 joyas en exposición

• El célebre recinto poblano alberga 45 mil ejemplares de más de 15 mil materias que datan de los siglos XVII al XX

Biblioteca Palafoxiana exhibe 18 joyas en exposición

CIUDAD DE MÉXICO.-La Biblioteca Palafoxiana resguarda más de 45 mil volúmenes y documentos que datan de los siglos XVII al XX. De este importante acervo fueron seleccionados 18 de estos ejemplares para ser exhibidos juntos por primera ocasión en la exposición Memoria de la Biblioteca Palafoxiana, la cual será inaugurada mañana y permanecerá expuesta hasta el 30 de marzo.

 

Entre estos documentos, considerados de gran trascendencia para la historia de la Palafoxiana, figuran las placas conmemorativas de la apertura de la nave principal en 1773 y el diploma oficial de la Unesco que la reconoce como Memoria del Mundo, como anunció Anel Nochebuena Escobar, subsecretaria de Cultura de Puebla.

 

Detalló que este tipo de exposiciones se han realizado en los últimos años, bajo la idea de mostrar paulatinamente documentos y libros, en este caso de los más antiguos que se resguardan para que la gente advierta su importancia. “No era tan habitual mostrar este tipo de documentos, pero ahora está dentro de los objetivos principales dar a conocer poco a poco estas reliquias tan importantes para la ciencia, la cultura y las artes”, comentó Nochebuena.

 

El objetivo es exhibir originales que encierran cuatro siglos de historia de la Biblioteca, “mismos que resaltan la importancia del acervo y del recinto para la historia y la cultura de Puebla, México y el mundo”.

 

Entre los documentos más destacados que salen a la luz y son reunidos por primera vez, se encuentran textos sobre la labor literaria del obispo Juan de Palafox y Mendoza, así como cuatro documentos antiguos de filosofía y teología como Sermones de témpore y sanctis; La ciudad de Dios, de Agustín de Hipona; El liber cronicorum; y el Totis summe maioris, entre otros.

 

Respecto a Sermones de témpore y sanctis, este ejemplar tiene capitulares manuscritas e iluminadas; “es un libro de homilías para transmitir a los fieles las enseñanzas de Cristo en el Nuevo Testamento”.

 

Por su parte, La ciudad de Dios es una obra contra los paganos escrita en 22 libros por Agustín de Hipona, quien estructuró el libro a partir de la contraposición entre la Ciudad de Dios, el cristianismo y la ciudad pagana.

 

El liber chronicorum es una crónica del origen del mundo y la historia humana a partir del relato de la Biblia y posee numerosos grabados de ciudades de la época.

 

Y el Totius summe maioris de Valencia es un texto impreso en Lyon, que aborda la moral cristiana”.

 

Nochebuena adelantó que ya se tiene lista la planeación de la agenda anual para la Palafoxiana, para que el público siga conociendo su acervo a través de exposiciones periódicas. “Estamos muy contentos porque hemos recibido un importante apoyo por parte del presidente de la Comisión de Cultura en la Cámara de Diputados”, detalló.

 

 ORIGEN

 

Según los registros, hacia 1646 el obispo de Puebla, Juan de Palafox y Mendoza, hizo la donación de su biblioteca personal, rica y selecta, de cinco mil volúmenes a los colegios tridentinos; él pensó en la formación de su clero, pero también en la de la sociedad poblana, pues estableció que se dejara entrar a cualquier persona que supiera leer.

 

Al ser una biblioteca de corte seminarista permitía, además, que el margen de lectura fuera amplio y no sólo se adscribiera al conocimiento vasto sobre Dios y su Iglesia, sino al estudio de todo lo que la pluma del hombre produjese, con el fin de tener argumentos firmes para defender la fe.

 

Hacia 1773, el entonces obispo de Puebla, Francisco Fabián y Fuero, estableció la nave principal de 43 metros de longitud de la biblioteca para que la población pudiera disponer de la colección del obispo Palafox, así como de la propia, y edificó dos pisos con estantería de ayacahuite, coloyote y cedro.

 

El acervo se fue incrementando gracias a las donaciones de los obispos Manuel Fernández de Santa Cruz y Francisco Pablo Vázquez, así como a la incorporación de las bibliotecas de los colegios jesuitas; de tal razón que hoy cuenta con 45 mil 59 volúmenes que datan de los siglos XV al XIX y algunos del XX.