• La editorial Ekaré celebra su aniversario de hacer literatura ilustrada para el público infantil y juvenil, especialmente para el latinoamericano
Ciudad de Mexico.- En octubre
de 1978 en Venezuela, Ediciones Ekaré publicó su primer libro. Y a 40 años de
su nacimiento, la convicción de hacer literatura ilustrada para audiencias
jóvenes, que también impacte en los adultos, sigue más fuerte que nunca. Pablo
Larraguíbel, editor de esta firma venezolana que también tiene oficina en
Barcelona, España, cuenta la importancia de mantenerse vigentes:
“Ediciones Ekaré nació en
Caracas en 1978 como un programa del Banco del Libro, una institución dedicada
a la promoción de la lectura, que intentaba dotar a las bibliotecas públicas de
acervo suficiente para poder ofrecer una diversidad de material de lectura en
general, pero sobre todo con énfasis en la infancia”.
La palabra “ekaré” fue tomada
de la lengua de la etnia Pemón, que habita en el sureste de Venezuela y
significa “narración nueva o verdadera” y, en un contexto más amplio,
simplemente historia o cuento.
“Hemos de recordar que en esta
época no había una sola editorial en América Latina especializada en libros
ilustrados para niños, y en España apenas Editorial Juventud publicaba como
parte importante de su catálogo libros para niños, el resto de las
publicaciones de textos para el público infantil estaba en manos de los grandes
grupos de los departamentos dedicados a textos escolares”, recuerda el editor.
Así, relata Pablo, la idea de
Ediciones Ekaré era hacer libros tan buenos como los que venían de fuera, “pero
reflejando las realidades del lector en principio venezolano, pero después
latinoamericano. Los lectores de Venezuela en esa época tenían muchos libros ‘ventana’
que reflejaban otros mundos: Navidad con nieve, niños rubios, casitas suizas.
Entonces, la idea de la editorial fue reflejar la propia realidad, el entorno,
que las historias fueran narradas e ilustradas en estos libros con el reflejo
latinoamericano”.
Por más calidad
Ekaré es asiduo a la Feria
Internacional de Libro en Guadalajara (FIL) desde hace un par de años, en ésta
participa en charlas y eventos; la pasada edición de la feria, tuvo una
recepción en su stand para celebrar su aniversario número 40, entre amigos y
lectores. Pablo destaca que más que celebrar, es el compromiso de seguir
trabajando para las audiencias jóvenes. “Ya han pasado muchos años, cuando
comenzó la editorial nadie suponía los devenires políticos, ni los devenires
internos de la editorial y así en 2001, la editorial, intentando demostrarse a
sí misma y explorando un nuevo mercado, abrió una oficina en España para ver si
era capaz de competir con las grandes editoriales y ver si estábamos a la
altura de ello “.
La oficina en Barcelona
también funciona como centro de operaciones mundiales, de ahí manejan las
exportaciones al resto de América Latina. Pablo recalca que no es que sean un
grupo oneroso, pero sí muy trabajador que siguen en pie laborando arduamente
por la literatura ilustrada y para seguir conectando con sus audiencias a
través de textos inteligentes, frescos y con el mejor equipo posible:
“La editorial quiere seguir publicando
literatura, buenas historias que emocionen, no nos gusta la clasificación
infantil, estamos convencidos de que un buen libro para niños debe ser también
un buen libro para adultos”.