· El acalde Rubén Muñoz, prácticamente todos los días de manera burda y poco inteligente pretende hacer notar a la opinión pública que es la voz más fuerte al interior de Morena · Burdos intentos de aparentar liderazgo y altura política al “oficializar” nombramientos como el del director de Exportadora de Sal, Antonio Avilés Rocha quien ya funge en el cargo y de Rofomex, Alberto Rentería, actual dirigente estatal de Morena · Es tan adversa su imagen ya a estas alturas, que ha dado reversa a su condición de no atender a los representantes de los medios de comunicación
No cabe la menor duda de que
el alcalde de La Paz, Rubén Muñoz, aún no le queda claro cómo se desenvuelven
políticamente los integrantes de Morena que ahora conforman el nuevo gobierno
federal, por lo que valdría la pena que el munícipe recuerde que ya no esté en
el PRI partido al que perteneció y por el que se rasgó las vestiduras
prácticamente toda su vida política hasta apenas unos meses antes de iniciar la
campaña que finalmente lo llevó al cargo que ahora ocupa.
Desde luego que en Morena
existen ahora muchos militantes de diversos orígenes políticos, pero en el caso
de Rubén Muñoz, está claro que prácticamente todos los días de manera burda y
poco inteligente pretende hacer notar a la opinión pública que es la voz más
fuerte al interior de este organismo político y que es él precisamente el que
tiene el contacto más directo y más cercano con el presidente Andrés Manuel
López Obrador y la dirigencia nacional de este partido.
A Rubén Muñoz le urge colgarse
medallas políticas a como dé lugar. Su imagen como alcalde a tres meses de
ejercicio público, está más que desgastada.
Por ello entre dientes se vio
en la penosa y forzada necesidad de reconocer que el gobierno estatal
finalmente le facilitó recursos económicos para que pudiera atender los
compromisos decembrinos.
Literalmente se tuvo que
atragantar sus propias palabras.
No llegó como lo presumió en
su momento, el dinero del gobierno federal que supuestamente le enviarían a
estas fechas para atender los compromisos del ayuntamiento paceño.
Es tan adversa su imagen ya a
estas alturas, que ha dado reversa a su condición de no atender a los representantes
de los medios de comunicación. Ahora resulta que reconoce su labor.
Está claro que no hay quién
soporte por mucho tiempo, literalmente a todos los medios en contra, vaya, ni
siquiera un ego tan grande como el de Muñoz Álvarez lo aguanta.
El alcalde paceño tendrá que
recomponer su estrategia, aunque la verdad es que necesitará colocar en su área
de comunicación social y relaciones públicas a gente capaz, preparada y que
cumpla con un perfil adecuado y no improvisadas como su actual titular de esta
área Azucena Meza a quien bien
le valdría dejar a un lado sus
ocurrencias y por lo menos tomar un brevísimo cursillo básico para la
realización de boletines.
En ese sentido, de querer
erigirse con un liderazgo en la izquierda ahora gobernante, que por supuesto no
tiene, Rubén Muñoz ha tratado de hacer notar que algunas posiciones del nuevo
gobierno federal en la entidad, ha tenido influencia y que también se deben a
sus gestiones.
Muñoz Álvarez que no tiene
control ni de su propio cabildo, mucho menos con mayor peso político en la
entidad, tampoco lo soportan entre los morenistas que no pierden de vista su
origen ni su aroma tricolor.
Por ello sus burdos intentos
de aparentar liderazgo y altura política al “oficializar” nombramientos como el
del director de Exportadora de Sal, Antonio Avilés Rocha quien ya funge en el
cargo y de Rofomex, Alberto Rentería, actual dirigente estatal de Morena y
quien primero tendrá que dejar el cargo en enero próximo precisamente para
poder asumir tal posición del gobierno federal.
Así que lo más seguro es que
la realidad política, económica y social, aterrice al alcalde paceño que
seguramente ya tiene claro que no será suficiente con quejarse por la escasez
de dinero, ni pelearse con representantes de los medios de comunicación que lo
cuestionan, ni con mimetizarse burdamente con el actual presidente López
Obrador como en su momento lo hizo con Peña Nieto.
Será necesario que el
presidente municipal de La Paz, se pare firme sobre su realidad y deje de hacer
castillos en el aire.
Que resuelva sus condiciones
actuales del municipio antes querer apuntarse por encima de otras figuras para
la sucesión del 2021.
Veremos cuándo el alcalde
paceño alcanza la congruencia entre lo que dice y hace.
Ya veremos.