Cientos de latinos celebran hoy el día de la Virgen de Guadalupe ante un mural con su imagen en Los Ángeles, donde además de agradecer 'milagros' piden su 'protección' a los migrantes
LOS ÁNGELES.
Cientos de latinos, mayormente mexicanos, celebran hoy el día de la Virgen de Guadalupe ante un mural con su imagen en el centro histórico de Los Ángeles (California, Estados Unidos), donde además de agradecer "milagros" piden su "protección" a los migrantes.
"La gente trae flores a la Virgen de Guadalupe y la petición común es que proteja a los centroamericanos con miedo y (que están) sufriendo del otro lado de la frontera", dijo a Efe Dora Obando, de 74 años, una voluntaria nicaragüense que acomoda las flores.
"Además, le piden a la virgencita que obre el milagro de cambiar la manera de pensar del presidente Donald Trump para que impulse una reforma migratoria", indicó.
"Vemos que a los inmigrantes le tiran pedradas, gas lacrimógeno y balas de goma; eso a todos aquí nos duele", añadió Obando.
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La Virgen de Guadalupe es la "Santa Patrona" del pueblo mexicano que, según la fe católica, el 12 de diciembre de 1531 conversó con el nativo San Juan Diego en el cerro de Tepeyac, de Ciudad de México.
La celebración a la también conocida como "Virgen Morena" permanece en los inmigrantes que en la urbe angelina se reúnen hoy ante un mural impreso en una pared de la iglesia "Nuestra señora reina de Los Ángeles".
"Reina de México y Emperatriz de América", reza el texto inscrito sobre la imagen, donde miles de ramos de flores se acumulan alrededor de un árbol y al pie de la pintura gigante.
"Le pedimos a la Virgen de Guadalupe que le ablande el corazón y le abra la mente a Trump", expresó Luz Enríquez, de 48 años, originaria de Zacatecas, México.
"Queremos la intervención de la virgen para que Trump ayude a todos los que se vienen caminando a Estados Unidos y a todos los que ya estamos aquí", declaró.
La inmigrante contó que desde hace tres años que nació su hijo llega al altar improvisado, en el templo de La Placita Olvera, "para agradecer" el milagro de "tener un niño".
Por su parte, Carlos Campos, de 31 años, quien emigró de la capital mexicana junto a sus padres a los seis años, manifestó que su petición como inmigrante, "de los que cruzaron el río", es "una reforma migratoria que beneficie a todos".
"Soy un 'dreamer' (soñador) y mi carrera universitaria de ingeniería mecánica está a medio camino, porque como no soy de los más brillantes no gano becas. Tengo que pagar los estudios y es caro", narró.
Junto a su esposa, Nancy Carreón, y su hija Giselle, de un año de via, Campos expresó que a pesar de que "la sociedad estadounidense no nos acepta", pide a la Virgen abogar por documentos migratorios para "completar" su carrera profesional y "aportar a Estados Unidos".