MÉXICO.

Con el voto en contra de dos de cada cinco senadores, el pleno del Senado aprobó la llamada Ley Taibo, que permite a un naturalizado mexicano dirigir una empresa paraestatal como el Fondo de Cultura Económica (FCE), luego de dos horas de un debate que, por momentos, registró desde la tribuna palabras altisonantes y hasta albures.

Coincidentes todas las fuerzas políticas en que no estaba a discusión el trabajo profesional de Paco Ignacio Taibo II, ni lo discriminatorio de una Ley que impide a un naturalizado mexicano asumir cargos de dirección en una empresa paraestatal, la oposición argumentó reiteradamente que no podía votar en favor de una reforma que fue hecha para beneficiar a una persona, que expresó ofensas vulgares contra el Senado.

Fue una discusión tensa. Durante dos horas hablaron cinco personas en contra, y cinco a favor; pero ésta estuvo salpicada por un episodio que recordó más a una barriada que a un recinto legislativo, cuando el morenista Félix Salgado Macedonio usó una grabadora para reproducir la voz de la senadora panista Xóchitl Gálvez, cuando en campaña advirtió que su alianza electoral iba a “chingar” a sus adversarios políticos.

Félix Salgado preguntó después al pleno qué significa “la doblada”, evocando la frase criticada a Taibo II, quien presumió hace unas semanas que su nombramiento en el Fondo demostraba que “se las metimos doblada”. Salgado le pidió a Rafael Moreno Valle que le explicara qué significa “doblada” e hizo alusión al triunfo del PAN-PRD-MC en la gubernatura de Puebla.

Moreno Valle pidió que no se usaran expresiones de este tipo desde la tribuna y Xóchitl Gálvez le aclaró al morenista que “no es lo mismo meterla doblada a chingar”.

La oposición colocó en los escaños una inscripción con letras grandes para expresar “No a la #LeyTaibo”, que se acompañó por diversas frases, como “por congruencia”, “por respeto a mí mismo” o “por su lenguaje violento”.

Morena se mantuvo en la posición. La votación en lo general fue de 66 votos a favor y 44 en contra; pero luego se registró un galimatías de procedimiento legislativo, pues a pesar de que la senadora del PT, Giovanna del Carmen Bañuelos, reservó el artículo 21, mandó a una persona a decir que la retirara. El dictamen se aprobó en lo general sin ese artículo 21, pero cuando se retiró la reserva se abrió el procedimiento para votarla en lo particular.

Sin embargo, la priista Beatriz Paredes pidió que se repitiera la votación, porque el PRI había construido un acuerdo en torno a esa reserva. La mesa directiva anunció que sí se repetía, dado que la reserva no fue retirada de manera directa por su autora; pero cuando ya se disponía a ese trámite, la petista regresó al pleno y reiteró que retiraba su reserva. La reforma fue enviada a la Cámara de Diputados.