El marlin rojo
El nuevo Presidente de México
Andrés Manuel López Obrados tiene ya tiempo marcando siempre el tema nacional y
por supuesto, ahora que finalmente logra ponerse la banda presidencial, contra
viento y marea y a pesar de enfrentar una campaña indiscriminada en su contra
tanto mediática como por el ciberespacio. Este último “Me canso Ganzo”
realmente marca precisamente la forma con la que le gusta gobernar a Don Andrés
Manuel, con la sonrisa en la boca y siempre buscando suavizar las cosas, mas
sin dejar de poner el dedo (o la palara) en el renglón.
La propuesta de sus 100 puntos
no deja de ser ambiciosa y remembra sin duda algunas prácticas dinosáuricas del
partidazo, sin embargo, dentro de todas estas propuestas por mas descabellada
que se antojen, se observa un ingrediente que jamás pudimos ver o atestiguar
quienes ya tenemos más de cinco décadas soportando un Estado- Gobierno-Sistema
que lo último que realmente le pudiera interesar es el bienestar del pueblo y
de los mexicanos, antes al contrario, todos sus esfuerzos han sido encaminados
por mantener a las grandes mayorías bajo el yugo de una privilegiada y poderosa
minoría, política y económicamente hablando.
López Obrador pone varios
ingredientes en la balanza que realmente pueden ser la gigantesca diferencia a
cualquier gobierno antecesor: Honestidad como bandera frontal del individuo y
como forma de vida y de gobierno; Combate total a la Corrupción, con medidas
bien definidas y utilizando el principio de “predicar con el ejemplo” y la
garantía de la “Aplicación de la Ley-Estado de Derecho”.
Paralelo a esto, contrario a
lo que de inicio en su campaña había propuesto, ahora plantea mantener el
esfuerzo que como plan piloto se aplicó en Los Cabos con tan excelentes
resultados y que fue la coordinación de varias fuerzas policiacas (PGR, PGJE,
Municipal) y lo cuerpos militares del Ejército y las fuerzas Armadas de México:
Secretaría de la Defensa Nacional (a cargo del Ejército Mexicano y la Fuerza
Aérea Mexicana) y la Secretaría de Marina (a cargo de la Armada de México), en
una sola coordinación, trabajando de manera conjunta y de la mano, sin celos
estúpidos y protagonismos vanos.
Todo esto, conformado ahora en
lo que se da a llamar la Guardia Nacional.
En Los Cabos, a este modelo se
le añade el apoyo total de los grupos empresariales de la región, quienes le
apuestan desde hace ya más de dos años a que sea esta fórmula la que salga
adelante invirtiendo en un cuartel general y en la contratación de nuevos
efectivos para ir poco a poco reemplazando a los elementos militares que
tuvieron que ocupar espacios de quienes salieron por no cumplir con el mínimo
requerido de los requisitos para ser guardianes del orden.
O sea, la apuesta final, es
que las fuerzas militares regresen a sus cuarteles o a dar certeza de nuestra
soberanía nacional de manera general, más no de manera específica, salvo cuando
sean llamados para alguna acción urgente y extraordinaria.
Los empresarios de Los Cabos
han declarado que mantienen la bandera arriba apoyando el esfuerzo que se venía
realizando con las juntas de coordinación quincenales y el contacto directo con
las fuerzas armadas, esto es, la confianza está dada y planteada en la mesa,
con la promesa de no bajar los brazos y mantener el destino de Los Cabos libre
de cualquier amenaza de delincuentes y facinerosos que pretendan amenazar el
futuro de un punto turístico tan importante para nuestro país.
De la misma manear se observó
el apoyo del gobierno estatal al integer3ars desde el inicio a esta
coordinación y apoyando también con inversión para una academia y un espacio
para los activos militares, lo cual vino a reforzar este proyecto piloto que
finalmente ha dado resultado y que ha ido la razón de que de alguna manera se
piense aplicarlo en la república Mexicana, sobre todo en los puntos más
candentes que reportan actividad inusitada delincuencial.
Ahora bien, el “Me canso
ganzo” de Andrés Manuel, no es más que una frase que expresa de mejor manera su
carácter y decisión, dejando entrever la gran convicción y seguridad de lo que
tiene planeado llevar a cabo, subrayando entre líneas, que definitivamente
piensa lograr lo que pregona contra viento y marea.
Para darle un marco más
interesante, Andrés Manuel pone en la bolsa del mercado esta doble sesión de
poderes, la protocolaria que exige la Ley y el parlamento por un lado, y la
social por el otro, esto es, la recepción del Bastón de mando de más de 60
etnias, pone un nuevo ingrediente en el panorama político y crea una imagen
nueva en la conciencia mexicana.
Sin lugar a dudas que será
interesante observar cómo se desarrolla éste fenómeno social y seguramente ya
algunos especialistas lo estarán planteando en algún lugar, pero
definitivamente, este nuevo ingrediente político viene a incentivar la
confianza de aquella parte del pueblo mexicano que hasta el momento ha sido
menospreciado y abusado (además de ignorado, pisoteado, ninguneado, aplastado,
despreciado, etc.) por ya casi cien años.
Y lo peor de todo, es que esta
parte del pueblo, es la inmensa mayoría. Sumándosele ahora, por las acciones de
los últimos gobiernos y el incremento de la delincuencia, la otrora clase media
mexicana, que por lo que se ve, ahora ya bajó su nivel y pasó a formar parte
del groso de los mexicanos.