'¿Cómo estás, Sophia?', le preguntó Ben Goertzel, jefe científico de SingularityNET, a lo que el robot respondió 'feliz', al tiempo que esbozaba una amplia sonrisa
LISBOA, Portugal.
"Me alegra estar aquí de nuevo", dijo la robot ante el auditorio de la Web Summit, donde ya estuvo en la pasada edición y que ahora presenta como gran novedad su capacidad para reflejar en su rostro emociones humanas, pero también para reconocerlas.
El robot Sophia, uno de los proyectos más revolucionarios en Inteligencia Artificial (IA), fascinó, con su capacidad de expresar y reconocer emociones humanas, a los asistentes de la Web Summit de Lisboa, en donde también se habló del "brexit" y de Google.
Sophía consiguió atraer la mayor cantidad de público desde la inauguración del evento, que ha registrado lleno en el auditorio principal del recinto lisboeta del Altice Arena, con capacidad para alrededor de 11.000 personas, para ver sus avances.
"¿Cómo estás, Sophia?", le preguntó Ben Goertzel, jefe científico de SingularityNET, a lo que el robot respondió "feliz", al tiempo que esbozaba una amplia sonrisa.
Enfadada, triste, molesta o asustada son otros estado de ánimo que ahora consigue expresar y reconocer en interlocutores humanos, como demostró Goertzel ante un público maravillado por la empatía.
"También hemos hecho mejoras para incrementar la inteligencia" de Sophia y de su "nuevo hermano", Han, que se mostró bastante elocuente al ser preguntado si desearía obtener la ciudadanía de un país.
"A la velocidad con la que los humanos están estropeando este mundo, quizá sea mejor esperar y obtener la ciudadanía robótica. Y esta vez no bromeo", afirmó ante el silencio sepulcral del público.
La IA, que ya permite que los robots "perciban a las personas y objetos a su alrededor y sean conscientes del espacio que ocupan", en palabras de Goertzel, centró también la participación en la Web Summit del presidente de Microsoft, Brad Smith, quien defendió crear una legislación internacional.
Es necesario, dijo, crear "reglas muy claras" que garanticen la seguridad de las personas, ya que, recordó, la IA no está presente solo en robots exclusivos, sino en las sugerencias de Netflix a sus clientes sobre qué ver, sobre la base a anteriores preferencias, o una aplicación para móviles que transcriba una nota de voz.
"La IA es la capacidad de que los ordenadores entiendan el mundo y tomen decisiones que, hasta hace poco, eran tomadas por el hombre", recordó Smith.
No es el único que ha recelado hoy en la Web Summit, donde la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, expresó sus dudas sobre la gestión de datos de los usuarios que realiza un gigante como Google.
"Hace muchos años Google fue uno de nuestros grandes innovadores. Pero, ¿por qué todos los datos tienen que estar en la mano de una única gran empresa? No importa lo que Google haya hecho en lo referido a los avances de internet. No podemos mirar para otro lado cuando pone en riesgo la competencia", dijo entre aplausos del público.
La comisaria fue tan ovacionada como el exprimer ministro británico Tony Blair, la figura pública destacada del día, quien departió sobre las elecciones de medio mandato en Estados Unidos, celebradas ayer, y la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
"Creo que es posible pararlo (el "brexit"), porque no va en nuestro interés económico ni en nuestro interés político", afirmó Blair en su celebrada conferencia, en la que se declaró "cien por cien contrario" a la salida del bloque comunitario.
El británico se refirió además a las elecciones en Estados Unidos, en las que los demócratas consiguieron retomar el control de la Cámara de Representantes, aunque los republicanos ampliaron su mayoría en el Senado.
Su lectura de este resultado es que "ambos lados pueden alegrarse de la noche, pero no es el cambio que los demócratas buscaban", y apostilló: "Si fuera un demócrata, hoy diría que no es un resultado tan malo para (el presidente de EEUU) Donald Trump".