· El alcalde Rubén Muñoz convertido en “Mr. Taxman” ante compromisos decembrinos de salarios, vacaciones aguinaldos y pagos a proveedores. Se acumula la Improvisación y ocurrencias fallidas. · Hasta ahora no han servido de mucho las audiencias públicas que son definitivamente intrascendentes y las conferencias de prensa cada día más desairadas por representantes de los medios de comunicación que son precisamente mal atendidos por la responsable de esta área Azucena Meza, que obviamente conoce muy poco del tema · ¿Acaso es realmente muy fuerte y cercana emocional y políticamente su relación con la dirigente nacional de Morena, Yeidckol Polevsnky como para esperar que esta le pida al presidente electo López Obrador, rescate al ayuntamiento paceño a pesar de la evidente indolencia que demuestra Rubén Muñoz hacia morena en la entidad?
Todo parece indicar que para
el alcalde de La Paz, su principal problema es el económico, por lo que el
grado de desesperación que a penas a dos meses de iniciado su mandato ya
refleja literalmente amenaza con convertirse en verdadero “Mr. Taxman” que
lejos de generarle simpatía, lo aleja cada vez más el aquel hombre simpático y
sonriente que fue en campaña y que aprovechado la ola electoral generada por el
ahora residente electo, obtuvo la mayoría de los votos.
Por supuesto que después del
primero de julio pasado, pero sobre todo luego de la toma de posesión de Rubén
Muñoz, las cosas en el ayuntamiento están cada día más accidentadas.
Mientras que por una parte se
trata de hacer notar que hay ahora ahorros de recursos, lo cierto es que el
nivel de prestación de servicio del ayuntamiento cada día decae más.
Claro que esto es un verdadero
riesgo para el propio Rubén Muñoz y sus principales seguidores que ya desde
ahora tienen en sus metas a corto, mediano y largo plazo, estar en la lista de
aspirantes de Morena a la elección gubernamental del 2021.
Desde luego por encima de los
proyectos que pudiera representar el aún senador y futuro súper delegado del
gobierno federal en la entidad Víctor Castro Cosío, por encima de lo que
pudieran decir los diputados federales y locales de su partido y sin lugar a
duda, por encima también de lo que diga Moren que en la entidad dirige Alberto
Rentería.
Cómo explicarle a la población
esa metamorfosis que experimenta Muñoz Álvarez a poco menos de sesenta días de
iniciada su gestión y que en su desesperación ahora insiste en aplicar un
reglamento que amenaza con cobrar mil 600 pesos a toda aquella persona que
acuda con su mascota y se atreva a caminar por el malecón costero.
O ¿Cómo convencer a los
paceños de que está ben que la Comisión Federal de Electricidad traslade a sus
recibos de cobro lo que corresponda al pago por instalación de postes en tierra
municipal?
Quejarse y volverse a quejar
de la situación que guardan las finanzas del ayuntamiento paceño, no le dará
más recursos, ni hará más sensible a una comunidad que aún está a la espera de
que la enorme expectativa generada en campaña se va a atender y a cumplir
cabalmente.
No basta con tratar de
trasladar la responsabilidad a un gobierno federal que apenas iniciará su labor
y que como está bien claro, tiene otras prioridades que están por encima de las
necesidades de un Rubén Muñoz que parece traer olvidada su sonrisa.
Hasta ahora no han servido de
mucho las audiencias públicas que son definitivamente intrascendentes y las
conferencias de prensa cada día más desairadas por representantes de los medios
de comunicación que son precisamente mal atendidos por la responsable de esta
área Azucena Meza, que obviamente conoce muy poco del tema.
Improvisación, ocurrencias y
desde luego un egocentrismo evidente es lo que puede ser un verdadero lastre
para las claras pretensiones de trascender políticamente del nuevo alcalde
paceño que se encuentra ahora sumido en un remolino de problemas cada vez más
intenso.
Vaya, Rubén Muñoz no ha
quedado bien ni siquiera con su partido Morena, que lo acogió y lo hizo
candidato a pesar de sus antecedentes políticos ganados a pulso en el PRI y
cuyo dirigente morenista estatal Alberto Rentería al igual a que al resto de
los alcaldes emanados de ese partido, no cesa en recordarles cada vez que se
dirige a los medios de comunicación, que cumplan con los acuerdos de reducirse
sus salarios y honren su palabra con verdadera congruencia política.
Por supuesto que la errada
actitud de Rubén Muñoz a poco más de concluir el presente año y a pocos días de
enfrentar los pagos de salarios, vacaciones, aguinaldos, y proveedores lo
conducirá por el sendero de los equivocados políticos que consideran que
apretar a la ciudadanía con más impuestos no tiene consecuencias.
Solo falta que empresas
privadas, además foráneas, reciban en concesión realizar el cobro de impuestos
como el predial, la recolección de basura y el servicio de alumbrado público,
incluso con la colocación de parquímetros en el centro de la ciudad para que ya
de una vez le propine el golpe mortal a los comerciantes del centro histórico
paceño que espera a partir de este fin de semana obtener más ventas que en lo
que va del año.
Está claro que no solo con
sembrar arbolitos y desear que las cosas mejoren van a mejorar las condiciones
de actual ayuntamiento y menos cuando se plantean acciones que obedecen más a
ocurrencias que a verdaderas estrategias.
¿Acaso Rubén Muñoz y sus
principales colaboradores, (que dicho sea de paso ahora tienen también
prohibido hacer declaraciones a los medios de comunicación si no cuentan con la
autorización explícita del alcalde), esperan un carruaje navideño que aparezca
de la nada cargado de soluciones financieras mágicas y duraderas?
¿Será que Rubén Muñoz espera
la ayuda directa del aún senador Víctor Castro, una vez que asuma la
coordinación del gobierno federal en la entidad para que con ese mismo
salvataje lo habilite y le compita la posibilidad de figurar políticamente para
el 2021?
¿Acaso es realmente muy fuerte
y cercana emocional y políticamente su relación con la dirigente nacional de
Morena, Yeidckol Polevsnky como para esperar que esta le pida al presidente
electo López Obrador, rescate al ayuntamiento paceño a pesar de la evidente
indolencia que demuestra Rubén Muñoz hacia morena en la entidad?
Francamente no sabemos.
Es la clásica incertidumbre
que generan los políticos que están más concentrados en escucharse a sí mismos
lo que dicen, que en atender el contenido y trascendencia del mismo mensaje.
Es el consabido fracaso de
quienes creyéndose más que los demás no ven ni la negligencia que les rodea ni
la decepción generada a muchos paceños que están a punto de la decepción y del
verdadero desencanto.
Ya veremos qué tan accidentado
es el cierre del año en un ayuntamiento donde los nubarrones
político-administrativo cada día amenazan más claramente con convertirse en una
verdadera debacle.
Quizás se espera que el
robusto y barbado hombre de rojo que suele estar de moda cada año en la época
de navidad vacíe su morral cargado de soluciones para una administración paceña
que parece estar al punto del caos administrativo.
Ya veremos si hay ajustes en
el atribulado cuarto de mando de un Rubén Muñoz que no tiene oídos, ni ojos
para escuchar lo que no provenga de sus muy particulares fantasiosas
ocurrencias.
Veremos si se sostiene o se
quita la máscara de “Mr. Taxman” que cada día puede pesarle más.