La Paz, Baja California Sur.- Fuertes problemas internos se han dado en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) luego de que el congreso del estado cumpliera parte de la resolución del Juez de Distrito, mismo que decretó reanudar el proceso de selección para un nuevo presidente; siendo que a pesar de tener un nuevo encargado la extitular de la CEDH se niega a dejar las instalaciones.

Tras la selección de Lizeth Collins Collins como presidenta en abril de este 2018, Darío Yarto demandó a la Comisión Permanente de Derechos Humanos del congreso local, arguyendo que durante la integración de la terna se pisaron sus Derechos Humanos, por lo cual el Juez a cargo detuvo el proceso por el cual Collins habría sido elegida y le dio razón a Yarto.

Debido a los tiempos todo estuvo detenido hasta que la nueva sesión se integra y se realizaran unos procesos de revisión en el Tribunal Colegiado, pero una vez que las personas que pidieron estos recursos se desistieron, el congreso tuvo en su poder el documento que hacía invalido el cargo de Collins para regresar al proceso de terna y selección de presidente.

El 7 de noviembre fue la fecha en que el Juez de Distrito solicitó al Consejo de la CEDH que eligiera a un encargado de despacho, en este caso al primer visitador Juan Bautista Moyrón, por lo cual el segundo visitador paso a ser el primero, Collins queda sin visitaduria y por lo tanto sin un cargo, algo que ha causado problemas en las instalaciones.

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De acuerdo a un documento publicado por la Comisión de la CEDH, mostraron apoyo al encargado del despacho luego de que un representante de Collins Collins, al parecer su abogado, supuestamente amenazó a Bautista Moyrón, por lo cual repudiaban toda acción ilegal o amenaza contra la institución y mucho menos contra el encargado que sólo hace su trabajo, dice la publicación.

Luego de una serie de indagaciones una fuente extraoficial recalcó que dicho representante irrumpió en la oficina de manera abrupta, donde amenazó al encargado del despacho con una demanda en cu contra para que Collins sea colocada en la comisión de nuevo, "él le dijo que podía hacerlo, pero que no irrumpiera de esa forma en la oficina y que no le faltara el respeto a la secretaria".

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De esta manera la misma fuente señaló que todos los días Lizeth Collins Collins se sienta en el sillón exterior a la oficina con el afán de presionar para volver a trabajar en la CEDH, por lo cual se asegura que llega desde las 8 de la mañana y se retira justo cuando las oficinas cierran el servicio, siendo que durante todo ese tiempo lee o escribe en su computadora, sin retirarse en ningún momento del recinto.

Si bien es cierto que el encargado del despacho no tiene facultades oficiales para regresar a Collins a cualquier cargo que pudiera tenerla en la comisión, es de mencionarse que eso pende únicamente del congreso y por solicitud del Consejo oficial. De igual manera Collins se encuentra dentro de la terna de selección en la cual debe estar sin ningún cargo público para ejercer su participación libre. 

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