Según las proyecciones de los canales nacionales Fox News, NBC y CBS, el Partido Republicano mantiene el control en el Senado de Estados Unidos mientras que los demócratas con el control en la Cámara de Representantes
ESTADOS UNIDOS.
Los republicanos mantuvieron hoy la mayoría en el Senado de Estados Unidos en los comicios de mitad de mandato, y previsiblemente ampliarán su ventaja, según las proyecciones de los canales nacionales Fox News, NBC y CBS.
A falta de que cierren los colegios electorales en la costa oeste del país, las proyecciones indican que los republicanos se hicieron con al menos dos escaños que hasta ahora estaban en manos demócratas, lo que indica que podrían aumentar la mayoría de 51-49 que venían ostentando hasta ahora.
Aunque aún no se puede confirmar el número de escaños de ventaja con los que contarán los republicanos a partir del próximo enero, cuando tome posesión el nuevo Congreso, las proyecciones de resultados confirman las encuestas de los últimos meses, que apuntaban a una mayoría conservadora en la Cámara Alta.
La primera gran victoria de la noche para los republicanos en el Senado fue la de Mike Braun, que se hizo con el asiento del Senado por Indiana, hasta ahora en manos del demócrata Joe Donnelly.
Asimismo, parece inevitable la derrota de la senadora progresista por Dakota del Norte Heidi Heitkamp, a quien le separan más de 15 puntos del republicano Kevin Cramer, con el 66 % escrutado.
Por otra parte, el senador republicano por Texas Ted Cruz, quien fue retado en los últimos meses por el demócrata Beto O'Rourke acaparando gran atención nacional, consiguió conservar su escaño aunque por un margen más ajustado de lo que históricamente suelen registrar los conservadores en el estado de la estrella solitaria.
Las batallas más disputadas aún por dilucidar son las de Florida, con el demócrata Bill Nelson defendiendo su asiento contra el exgobernador republicano Rick Scott, y el escaño por Arizona que deja vacante el republicano Jeff Flake y se disputan la demócrata Kyrsten Sinema y la conservadora Martha McSally.
Los demócratas aprovecharon una ola de descontento con el presidente Donald Trump para ganar el martes el control de la Cámara de Representantes, proyectaron las cadenas Fox News y NBC News, dándoles la oportunidad de bloquear la agenda del mandatario y abrir su administración a un intenso escrutinio.
En las elecciones de medio término dos años después de ganar la Casa Blanca, Trump y sus camaradas republicanos se encaminaban a obtener la mayoría en el Senado, dijeron CNN, NBC y ABC News, tras una campaña divisiva marcada por fuertes choques sobre raza, inmigración y otros temas culturales.
Según los últimos resultados, los demócratas han ganado un neto de 14 de los 23 escaños republicanos que necesitaban para asegurar una mayoría en la Cámara de Representantes.
Con una mayoría en la Cámara baja, los demócratas tendrán el poder para investigar las declaraciones de impuestos de Trump y posibles conflictos de interés, además de desafiar sus acercamientos con Arabia Saudita, Rusia y Corea del Norte.
También podrían obligar a Trump a reducir sus ambiciones legislativas, posiblemente condenando sus promesas de financiamiento de un muro en la frontera con México, aprobar un segundo gran paquete de recorte de impuestos o llevar adelante sus políticas comerciales de línea dura.
Una mayoría simple sería suficiente para impugnar a Trump si hubiera acusaciones de que obstruyó a la justicia o que su campaña en 2016 se coludió con Rusia. Pero el Congreso no podría destituirlo sin una mayoría de dos tercios en el Senado, controlado por los republicanos.
Los demócratas en la Cámara baja podrían apostar por iniciar una investigación utilizando los resultados de una pesquisa de 18 meses del fiscal especial Robert Mueller sobre acusaciones de interferencia rusa para apoyar a Trump en la elección presidencial del 2016. Moscú niega haberse entrometido y Trump asegura que no hubo colusión.
El resultado del martes fue amargo para Trump, de 72 años, después de una campaña que se convirtió en un referendo sobre su liderazgo.
Al acercarse la elección, Trump endureció su retórica sobre temas que atraían a sus principales seguidores conservadores, lanzando advertencias sobre una caravana de migrantes centroamericanos que se dirigen hacia la frontera con México y condenas a las "turbas" liberales estadounidenses.
Los demócratas acudieron en masa a registrar su desaprobación a su retórica divisiva y políticas sobre temas como la inmigración y su prohibición de viaje que pesaba sobre varios países de mayoría musulmana. Una cifra récord de mujeres se postularon para la Cámara de Representantes, muchas de ellas demócratas rechazadas por la agenda política de Trump.
Así los demócratas retomarán el control de la Cámara baja en enero por primera vez desde 2010, iniciando un acuerdo de poder dividido con el Senado liderado por los republicanos que podría obligar a Trump a centrarse en temas con respaldo bipartidista, como un paquete de mejoría de infraestructura o protección contra incrementos de precios de medicamentos con receta.
También pondrá a prueba la capacidad de Trump de forjar compromisos, algo en lo que ha mostrado poco interés en los últimos dos años con los republicanos controlando ambas cámaras del Congreso.
La pérdida de poder probará el control político del mandatario sobre sus correligionarios de la Cámara de Representantes, la mayoría de los cuales le habían prometido su respaldo a menos que enfrenten la ira de los principales partidarios republicanos, que hasta ahora se han mantenido al margen.
La mayoría de los candidatos demócratas en carreras muy disputadas evitaron criticar duramente a Trump, focalizándose en cambio en cuestiones cotidianas, como mantener las protecciones de seguro para personas con afecciones médicas preexistentes y salvaguardar los programas de jubilación y salud para mayores.
Los 435 escaños de la Cámara de Representantes, 35 del Senado de 100 miembros y 36 de 50 gobernaciones estatales estaban en disputa.