· Algunos migrantes intentarán cruzar de manera ilegal la frontera o contratar los servicios de personas que ‘los crucen’; México tiene que respetar sus derechos, señala experto
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA.- El
secretario general académico del Colegio de la Frontera Norte, Óscar Conteras,
reconoció que un número muy limitado de migrantes centroamericanos que viajan
en caravana serían recibidos en Estados Unidos, por lo que se espera que otros
se distribuyan en las ciudades mexicanas que conocieron en su travesía y la
mayoría permanezca en Tijuana.
Explicó que algunos intentarán
cruzar de manera ilegal la frontera o contratar los servicios de personas que
“los crucen” sin documentos, aunque esto puede generar riesgos incluso para su
vida.
En entrevista con Notimex, el
especialista señaló que la expulsión de las poblaciones es un fenómeno a escala
internacional derivado de las condiciones de extrema pobreza y violencia en sus
lugares de origen como en el caso de los centroamericanos que salieron de su
país en busca de un mejor futuro en Estados Unidos.
Detalló que el porcentaje de
los integrantes de la caravana migrante no es representativo en comparación con
los cerca de 200 mil centroamericanos que transita cada año por México con el
objetivo de llegar a Estados Unidos.
A lo largo de la travesía, los
migrantes experimentan violencia, extorsión, secuestros y robos tanto de bandas
del crimen organizado como de parte de algunas autoridades, por lo que han
descubierto que en caravana el viaje es menos costoso y menos riesgoso,
subrayó.
Son espectaculares las
caravanas de miles de personas, pero no se trata realmente de algo inusual, lo
único que cambió en el método es que, en este caso, es a través de grupos
grandes”, afirmó.
Ante este panorama, dijo que
México tiene que respetar sus derechos humanos y estar preparados para
recibirlos, “sabemos que el fenómeno ocurre, que es una forma distinta de
organización, tenemos que estar más reparados en la asistencia humanitaria que
requieren”.
Ejemplificó que en Tijuana
hubo desorganización y desabasto los primeros días después de la llegada de los
centroamericanos, ello, a pesar de que era conocido el arribo del número de
personas que viajan.
Señaló que conforme han pasado
los días se han organizado las autoridades y los ciudadanos, “en este momento
no hay una crisis en las capacidades para su atención, la sociedad tijuanense
tiene una gran capacidad de respuesta, aunque hipotéticamente en los próximos
días se podría pensar en desbordamiento”.
Respecto a las expresiones
xenófobas y discriminatorias en contra de los migrantes afirmó que ocurrieron
en los primeros días de su llegada por parte de un grupo pequeño y se lo
atribuyó a que se instalaron en una zona residencial de clase media alta, por
lo que los residentes se sintieron amenazados, aunque consideró que los
migrantes no representan amenaza alguna.