· Daniel Emil presentó en la FIL el texto en el cual Carlos Carrera se basó para filmar su cinta “Ana y Bruno”
Ayer a las 20:00 horas en el
Salón A del área internacional de la FIL, el autor y guionista, Daniel Emil,
presentó por primera vez el libro “Ana”, historia en la que se basó la película
animada “Ana y Bruno”, del director Carlos Carrera, recién estrenada en cines.
En entrevista, cuenta el escritor que fue hasta este momento que quiso
presentar el libro porque no quería hacer spoilers del filme.
“Esta es la primera edición
del libro. Aunque la escribí hace años, se decidió no publicar el libro hasta
después de que se estrenara la película de ‘Ana y Bruno’ para que no hubiera
spoilers. Las ilustraciones son del artista Héctor Falcón, quien nunca tuvo
acceso a la película antes de empezar a dibujar”, comparte.
Dice que la idea de Falcón fue
generar una serie de dibujos mucho más a la manera de la estructura, línea,
monocromo, alejado de la idea del uso de los ordenadores. “Fernando Gaitán armó
maquetas en papel a partir de dibujos que Héctor hizo a mano, luego fueron
fotografiadas por Omar Torres. Falcón quería que los dibujos tuvieran una
sensación totalmente análoga, con cierta estructura tridimensional, pero que
recordara más al grabado”.
Daniel, desarrolló el guion
para la cinta que aborda el tema de la salud mental: “Yo escribí el guion de la
película, así que estuve muy involucrado en toda la etapa de desarrollo y
producción. El proceso de adaptarla a cine resultó mucho más fácil que el
proceso de financiarla, ya que se subestima bastante la capacidad emocional de
los niños. Como que se ha olvidado la función de los cuentos de hadas clásicos,
que ayudaban a los niños a entender los aspectos más duros de la vida, como la
pérdida”.
Sobre la opinión que tuvo al
ver el resultado final de la película “Ana y Bruno”, resalta: “Es una cinta muy
conmovedora, muy emocionante. La calidad de la animación es de altísimo nivel.
Estoy muy contento con el resultado”. Sobre qué tan distinta es la “Ana” de la
animación con la “Ana” del libro, recalca, “la ‘Ana’ del libro tiene un final
mucho más abierto… o cerrado, dependerá de cada lector”. Ahora también se
plantea explorar más, en un futuro libro, las historias individuales de los
seres imaginarios del hospital con los que interactúa “Ana” en la historia.
De hecho, “Ana” fue la primera
historia en forma que escribió y a la par de largo proceso de producción de
“Ana y Bruno” desarrolló un par de novelas más, “pero decidí no intentar
publicarlas hasta que se estrenara la película y se publicara la novela.
Actualmente estoy escribiendo los guiones basados en esas nuevas historias”.
La creación de la historia
A partir de una experiencia
personal cuando niño, fue que Daniel comenzó a plantearse una historia que
desembocaría en la de “Ana”. “Cuando tenía nueve años mi casa se incendió y
casi quedo atrapado en mi recámara. Vi que empezó a entrar humo por debajo de
mi puerta y cuando la abrí las llamas empezaban a expandirse por la sala y por
un momento me paralizó el miedo al fuego. Esa fue la semilla. Sabía que en
algún momento usaría esa experiencia como inspiración para una historia”.
Subraya que la historia nunca
lo dejó, ni la foto de la casa quemada que conserva, “a veces me pregunto si
nunca logré salir de esa casa y si toda mi vida ha sido imaginada”. En las
historias para niños o adolescentes, comúnmente no se tocan temas como la
depresión, o los problemas mentales, pero el escritor quiso desarrollar estos
temas, que sí considera deben tomarse en cuenta desde una edad temprana.
“En ‘Ana’ quise explorar uno
de los miedos más profundos, tanto en niños como en papás, como lo es el miedo
relacionado con la pérdida, así como el papel de la imaginación para
reencontrarse y relacionarse con lo perdido, con lo arrancado, para
reconstruirse uno mismo y sentirse ‘entero’ de nuevo”, finaliza.