La Paz, Baja California Sur.- No aceptará el XVI Ayuntamiento de La Paz la planta de tratamiento de aguas residuales entregado por el presidente de México, Enrique Peña Nieto.

Esto fue confirmado por el presidente municipal, Rubén Muñoz Álvarez, quien afirmó que la obra de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) técnicamente “no está funcionando” al 100 por ciento.

Con una capacidad de 700 litros por segundo, fue entregada el pasado 12 de junio, por el presidente de México y el gobernador de Baja California Sur (BCS) Carlos Mendoza Davis.

Tuvo una inversión de 470 millones de pesos y se construyó por el lapso de 2 años; tiene una tecnología de tratamiento biológico de lodos para reutilizar el agua para uso agrícola o industrial.

“No voy a aceptar la planta de tratamiento si no está funcionando técnicamente al 100 por ciento”, dijo Rubén Muñoz para Diario El Independiente.

Entre las principales irregularidades mencionó una ampliación de presupuesto de 90 millones de pesos adicionales.

Debieron entregarse 2 trenes para recepción de aguas negras en la planta; solamente se construyó uno.

Dijo que debió contar con 3 conectores de aguas, para poder trabajar su capacidad de 700 litros por segundo; “no se conectó ninguno, ni se construyó ninguno”, dijo Muñoz.

Está inconclusa también la planta de generación de energía eléctrica, que supuestamente reduciría costos de operación a 300 mil pesos al mes.

“No generar energía hace que el costo de operación de la planta se vaya a casi 2 millones de pesos”, dijo Muñoz.

Expresó que “no tienen recursos” ni el Ayuntamiento de La Paz ni el Organismo Operador Municipal del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOMSAPAS) para ponerla en operación.

El presidente de México y el gobernador de BCS presumieron que con esta obra, se daría cobertura al 100 por ciento del saneamiento en la capital de BCS.  

Describieron diversas fases para remoción de sólidos mayores para pasar a 2 alimentadores de 32 metros de diámetro, donde se separan los sólidos restantes.

Esto pasaría a 2 reactores biológicos de lodos, para separar la materia orgánica con clarificadores para remover partículas y finalmente pasar por la luz ultravioleta, para la remoción de contaminantes.

Los lodos estabilizados servirían para el riego de 11 mil metros cúbicos de suelo agrícola, para negocios rentables y la liberación de volúmenes de agua potable en los procesos que no requieren alta calidad.