· Los jueguitos infantiles del INE
Me parece preocupante –muy
preocupante-- el acto circense o simulación del INE, donde, desde hace más de
10 años, -incluso- ha utilizado hasta a los jóvenes menores de edad, y a los
niños, solo para justificar gastos.
Y sobre el tema de hoy, hago
referencia única y tácitamente a las ya muy famosas Consultas Infantiles y
Juveniles. Esos ejercicios que un mal día, a alguien de los sesudos consejeros
del INE, se le ocurrió poner en práctica.
Sin duda pues, que son vistos
como banales pretextos y ocurrentes excusas, como también intrascendentes
y superficiales disculpas.
Es más, solo para darnos una
vaga idea, se corrió la versión de que en la Consulta Infantil y juvenil del
2015, el Instituto Nacional Electoral gastó 42.3 millones de pesos.
Luego entonces, la pregunta
obligada es: ¿Cuánto ha gastado en todos los eventos similares que ha
realizado?
Así es; le diré que esta
modalidad la inició el entonces Instituto Federal Electoral (IFE), con lo que
denominó Las Elecciones Infantiles de 1997, bajo el señuelo de: “La
Democracia y los Derechos de los Niños”.
Después, cada tres años, el
ahora INE, le siguió el mismo juego con otras: La Consulta Infantil y Juvenil
2000, “México también cuenta contigo”. La Consulta Infantil y Juvenil 2003, “Tú
tienes mucho que decir”. La Consulta Infantil y Juvenil 2006. "Nuestra
elección es participar por la escuela que queremos". La Consulta Infantil
y Juvenil 2009. "Nuestra elección es participar por la escuela que
queremos". La Consulta Infantil y Juvenil 2012. "Democracia y vida
digna". La Consulta Infantil y Juvenil 2015. “Por un México con Justicia y
Paz, tu opinión cuenta”.
Y hoy, ha planeado
estratégicamente, la Consulta Infantil y Juvenil 2018 “Educar para
prevenir…” con la única diferencia que la celebrará del 17 al 25 de noviembre.
Es decir, durante 10 días, lo que nos deja en claro que nos saldrá mucho más
cara.
Y le diré por qué, eventos de
esta naturaleza merecen la crítica generalizada.
En primera instancia, porque a
pesar de tantos años, hasta la fecha no se advierten, no hay, resultados
reales, tangibles, efectivos, respecto a la opinión, lo que demandan, lo que
desean, lo que exigen, o lo que quisieran que cambie en nuestro país, según los
niños y los jóvenes.
En síntesis, no se han visto
programas, acciones, proyectos, nada. Absolutamente nada.
Y de acuerdo a lo que dicen
los grandes pensadores del INE, “dicho ejercicio tiene posibilidades de
desarrollar trabajo sistemático y permanente”. Y en efecto, si cuenta con esas
posibilidades. Pero no se hace nada.
Dicen también que lo que
expresen en la Consulta “servirá para que las instituciones públicas, con el
acompañamiento que se haga desde el INE, impulsen acciones o medidas que
atiendan tus opiniones”. Pero nada. Absolutamente nada.
Añaden así mismo que en
resultado de estos ejercicios, de lo que han expresado por las niñas, niños y
adolescentes en cada uno de estos espacios de participación “lo compartimos con
diferentes instituciones nacionales e internacionales, así como con grupos de
personas que se dedican a trabajar por el bienestar de la niñez y la
adolescencia mexicana”, pero nada. Absolutamente nada.
Sin omitir que: “todo aquello
que expresaron las niñas, niños y adolescentes en la Consulta, será procesado
para dar a conocer los resultados y realizar acciones para que la sociedad e
instituciones se involucren en la atención de los problemas detectados”. Pero
nada. Absolutamente nada.
Y es una lástima, porque estos
ejercicios, han contado con la participación de millones y millones de niñas,
niños y jóvenes.
Más, se advierte que ha
faltado decisión, voluntad, interés.
Y todo en su conjunto
preocupa. Y mucho, porque dentro de las principales opiniones que han
compartido los niños y los jóvenes de entre 6 y 16 años, se han referido
a la confianza, oportunidades, inseguridad, la justicia, la paz.
¿Y cuál es la respuesta que
han obtenido de esas, sus principales preocupaciones?:
Mas y mayores golpes de la
delincuencia. Amenazas, desasosiego, raptos, zozobra, aflicciones, angustias,
incertidumbre, desazón.
Si no es que
sobresaltos, inquietud, intranquilidad y miedo.
Ahora bien, cabe agregar que
desde 1997, anteriormente el IFE, ahora INE, ha organizado estos espacios
abiertos a la participación de niñas, niños y adolescentes. Es decir, cada tres
años en la celebración de las elecciones federales. Y según ese instituto,
estos espacios han servido para hacer escuchar la opinión de la niñez y la
adolescencia que a lo largo de estos años. Pero nada. Absolutamente nada.
Y respecto a lo anterior,
salta otro hecho también muy criticable. Porque según la lectura que nos
deja es —que pareciera-- en este 2018, el INE mañosa y astutamente se
reservó, y no hizo dicha encuesta precisamente el día de las elecciones del
domingo 1 de julio pasado.
¿Y por qué no lo hizo…?
Pretextos y excusas, les van a
sobrar.
Pero la respuesta más cerca de
la verdad es que, --repito--, fue para justificar gastos.
Luego entonces, con acciones
vivales y como estas, muy pocas esperanzas y nulas oportunidades tienen la
niñez y la juventud al aspirar a un futuro mejor.
Cuestión de tiempo.