Unos 225 millones de dispositivos recibirían un mensaje de alerta presidencial como parte de las pruebas solicitadas por el gobierno de Donald Trump
ESTADOS UNIDOS.
Este miércoles, los dispositivos electrónicos en todo Estados Unidos recibieron un mensaje de alerta como parte de la primera prueba de emergencia inalámbrica a nivel nacional llevada a cabo por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés).
El mensaje fue enviado a las 14:18 horas (hora del este) y en el asunto del texto decía "Alerta Presidencial" y el contenido era: "Esta es una prueba del Sistema Nacional de Alerta de Emergencia Inalámbrica. No es necesaria ninguna acción".
Los funcionarios de la FEMA estimaron que unos 225 millones de dispositivos recibirían la alerta casi al mismo tiempo, pero el mensaje fue transmitido por las torres de telecomunicaciones durante 30 minutos por lo que algunas personas lo recibieron más tarde que otras. Algunas personas recibieron hasta cuatro alertas en sus teléfonos, mientras que otras no recibieron ninguna.
En una emergencia real, los dispositivos recibirían la alerta al mismo tiempo o lo más pronto posible.
Una segunda alerta se transmitió en radio y televisión a las 14:20 horas (hora del este). La alerta de televisión y radio se ha probado durante varios años.
La prueba del sistema es para una alerta "presidencial" de alto nivel que se utilizaría únicamente en una emergencia a nivel nacional. Se completó en coordinación con la Comisión Federal de Comunicaciones.
De momento no está claro qué tan exitosa fue. Los funcionarios de la FEMA dijeron que compartirían los resultados de las compañías telefónicas para garantizar que el sistema funcione correctamente en una emergencia real.
Los celulares con operadores de telefonía móvil que participan en el sistema de alerta de emergencia inalámbrico _el cual envía información sobre condiciones meteorológicas peligrosas o de niños desaparecidos_ recibieron el mensaje.
Los funcionarios de la FEMA estimaron que el texto llegaría a un 75% de todos los teléfonos del país, incluidos los de todas las compañías principales.