· Ambigua postura de AMLO: A consulta ciudadana el tema de la minería en Sierra de la Laguna · Ofrece el presidente electo ante el gobernador, diputados y alcaldes coordinación e institucionalidad gubernamental · Sometida a prueba la congruencia de Morena entre el decir de campaña y el hacer como gobierno
La visita del presidente
electo Andrés Manuel López Obrador a Baja California Sur tuvo un sabor
agridulce porque lo que para muchos era una visita para agradecer el apoyo
ciudadano a realizarse en un ambiente festivo, se tornó en un reclamo popular
para que definiera su postura en torno a la instalación o rechazo de la minería
de oro.
La presencia de López Obrador
se conformó en dos partes, la primera con una fructífera reunión con el
gobernador Carlos Mendoza Davis, diputados locales y federales, así como
alcaldes electos ante quienes el futuro mandatario nacional sostuvo que durante
su mandato habrá respeto, institucionalidad y una coordinación plena para que las
acciones de los tres niveles de gobierno puedan beneficiar a todos los
sudcalifornianos.
Esta reunión, que es
históricamente la primera en su tipo, fue muy bien vista por la clase política
en general y los sectores de la población que esperan del futuro nuevo gobierno
se tomen medidas por encima del origen partidista del ahora presidente electo
de México.
El mismo López Obrador,
diferenció que ahora como gobierno tiene que trabajar para todos y que “la
campaña ya terminó”.
Relajado y tranquilo López
Obrador pareció tener claro en este sentido que a la hora de gobernar, la
institucionalidad debe estar por encima de los colores partidistas.
Sin embargo, en la segunda
parte de su visita a la entidad, es decir al a hora de acudir al encuentro con
la población abierta en el principal kiosco de esta capital, en la calle 16 de
septiembre y Malecón costero, el presidente electo perdió ese rostro relax y
tranquilo ante los gritos de “no a la minería tóxica”.
Ahí cientos de ciudadanos
esperaban ansiosos la presencia de López Obrador para que este definiera su
postura en torno al polémico tema de la minería en la Sierra de La Laguna, la
respuesta del futuro mandatario fue que realizará una encuesta ciudadana.
Lo que generó molestia y para
la mayoría que esperan mayor contundencia en el tema, la sensación de decepción
no se hizo esperar.
Es aquí, en este punto, donde
los morenistas y asesores del futuro mandatario nacional deben tener cuidado,
porque no pueden darse el lujo de provocar desencanto apenas a dos meses y
medio de la elección y menos en una entidad donde mayoritariamente Morena
obtuvo el voto ciudadano.
Para muchos esta postura fue
calificada de ambigua y hasta cierto punto de irracional, porque es
precisamente el tema de poner en riesgo el recurso agua lo que se discute y de
fondo se pretende cuidar.
Antes de que concluyera el
accidentado discurso de López Obrador, quien nunca pudo conectar con los
asistentes por más que levantó la voz, desconcertados asistentes opositores a
la minería, consideraron absurdo someter a consulta ciudadana si se pone o no en
riesgo el vital elemento agua.
Así que el agradable sabor de
boca que dejó la reunión de coordinación con autoridades locales, duró poco y
López Obrador fue literalmente confrontado en un evento público que nunca pudo
ser controlado por los representantes de Morena que a querer o no tendrán que
trabajar en el futuro con mejor capacidad organizativa y tomar en cuenta que ya
no están en campaña.
Ya son gobierno y lo son para
todos, lo cual por supuesto, debe quedar en claro.
Ahora habrá que esperar bajo
qué marco jurídico se realizará la referida encuesta que según el futuro
presidente de México se respetará lo que la población decida, es decir, si se
aprueba o no la construcción de una minera que explote el oro que existe en la
Sierra de la Laguna.
Por supuesto la visita del
futuro presidente de los mexicanos, no solo dejó insatisfechos a quienes
esperaban mayor contundencia respecto al tema minero, sino que puso en claro
que el trabajo previo a un evento de esta naturaleza tendrá que llevarse a cabo
con mayor altura y por supuesto sin pasar por alto lo que la comunidad desee.
Definitivamente la congruencia
entre el decir y el hacer ahora más que nunca está a prueba para los líderes
del proyecto de Morena que seguramente no pierden de vista que comprometieron
una altísima expectativa de resultados gubernamentales que por lo pronto,
durante la visita del presidente electo, no fue del todo satisfactoria.
¿No le parece así amable
lector?