• El presidente electo asegura que si se hubiese respetado la votación presidencial de 2006 ‘el país no estaría así’; afirma que acatará fallo del Tribunal en el caso de Puebla
CIUDAD DE MÉXICO.- El
presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, consideró que el
recuento de votos ordenado por la autoridad judicial en la elección a
gobernador en Puebla "es un avance", pero no deja de ser una
competencia manchada por la compra del voto.
Previo a abordar un vuelo en
el aeropuerto internacional de la Ciudad de México, el futuro presidente aclaró
que si bien ya no puede hablar mucho sobre disputas electorales, sí es su deseo
dar a conocer su punto de vista sobre lo que sucedió en Puebla, donde
"sospechosamente" el candidato de la coalición Juntos Haremos
Historia, Miguel Barbosa Huerta, fue el único que no alcanzó la victoria en
comparación con el resto de las candidaturas de la misma coalición que abanderó
el propio López Obrador.
No deja de ser un paso
adelante el que se esté ordenando el recuento de los votos, pero hay que ver
cómo fue que llegaron esos votos, si fueron votos libres o fueron votos
comprados con mucho dinero que se utilizó en las elecciones en Puebla; es muy raro, rarísimo que ganen los
presidentes municipales, diputados locales, diputados federales, los senadores,
que gana el presidente de la república
pero no gana el gobernador, lleva esto mensaje, es muy sospechoso, es atípico completamente;
de todas formas, yo voy a acatar el fallo del Tribunal, pero tenía que decir
todas estas cosas" comentó antes de tomar un vuelo con destino a Tijuana,
Baja California.
El presidente electo sostuvo
que elecciones como las que se llevaron a cabo en Puebla deben acabarse de una
vez por todas debido a que los fraudes electorales "han hecho mucho daño a
nuestro país".
Por ejemplo, el del 2006,
donde para legitimar su imposición como presidente de la república, Felipe
Calderón Hinojosa decidió dar "un garrotazo a lo tonto al avispero" emprendiendo
una guerra contra el narcotráfico que desató la violencia y la inseguridad
desde entonces en el país, externó López Obrador.
"¿Cuál fue el origen? Un
fraude electoral, eso no hay que olvidarlo, si se hubiese respetado la votación
de los ciudadanos no estaría así el país; entonces, hay que refrescar a veces
la memoria porque nada más nos vamos con los hechos actuales y como si no
hubiese antecedentes" declaró ante los periodistas.
Precisó que ante las actuales
circunstancias "no puede ir a Puebla porque es una elección cuestionada y
no hay con quién reunirse.
"Vamos a esperar a ver
qué resulta" dijo.
En seguida, resaltó que
acontecimientos como los de los cadáveres en tráileres en Veracruz son muestra
irrebatible de que hay una gran decadencia en el país.
"Es una gran tragedia,
pero dicen mis adversarios que no está el país en bancarrota, dicen mis
adversarios que no hay decadencia, que no hay crisis; claro que hay una
gran decadencia, una gran crisis, no
sólo es un problema económico, es un problema social, es un problema moral, es
un problema de inseguridad, todo esto que estamos padeciendo y no me estoy
justificando, esto va a cambiar, nada más que lo único que quiero es
puntualizarlo para que todos sepamos que ha sido un fracaso, un rotundo fracaso
que se ha venido imponiendo desde hace 30 años" reiteró.
En el tema de la iniciativa
para reglamentar las consultas ciudadanas, hacerlas vinculantes, así como la
revocación del mandato, López Obrador refrendó que será en unos cuantos días
cuando la misma se presente ante el congreso de la unión porque "la gente
quiere que se le consulte, sabe de todo y son los corruptos los que no
saben" indicó.
Finalmente, informó que al
cumplirse en los próximos días un aniversario más de la desaparición de los 43
estudiantes de la normal de Ayotzinapa, Guerrero se reunirá con sus familiares
a fin de cumplir su palabra de conformar una comisión de la verdad que explique
lo que ocurrió con los jóvenes.