· Los anuncios espectaculares de campaña se reducen a imposibles. Sin embargo hay un tema que no debe postergarse que es la seguridad · Sería lamentable para este país que se pusiera en riesgo la estabilidad · Conversaciones con el diablo
Muchos anuncios buenos hizo
AMLO en campaña ante el descontento y la repulsa generalizada que provocaron
los excesos del Presidente Peña Nieto. Cayeron bien las promesas de austeridad
republicana, eliminación de fueros y privilegios, atacar la corrupción y la
impunidad, combatir la inseguridad pública, retirar a las fuerzas armadas de
las tareas de seguridad pública, quitar las pensiones a expresidentes, revertir
la reforma energética, y sobre todo su actitud y conducción de modestia personal,
la cual despertó empatía en todos los segmentos de la sociedad, incluso de
aquellos que no lo habían apoyado en las
anteriores elecciones presidenciales.
Con ese bagaje logró un
histórico 53% de la votación nacional, lo cual no sucedía desde 1982, lo cual
fue decisivo para dejar el Congreso de la Unión en manos de su partido. Pero a
partir de entonces han empezado a decrecer de manera acelerada esas simpatías,
aunque sus corifeos señalen que aún no empieza a gobernar y que no se le puede
acusar de nada hasta después del 1 de diciembre. Sin embargo los anuncios de
que no bajará la gasolina, de que el aeropuerto podría continuarse en Texcoco;
de que los apoyos a ninis tendrán que esperar mejores tiempos económicos, el
perdón a delincuentes y la impunidad ofrecida al gobierno saliente, que el
Ejército y la Marina seguirán patrullando las calles, que la reforma energética
se mantendrá, la alianza Morena-Verde, entre otros, han generado muchas dudas
sobre la seriedad de sus promesas.
A eso aúnele el desaseado trabajo inicial de
las fracciones morenistas en las cámaras del Congreso de la Unión y sus nuevas
facetas de soberbia y anarquía y se reforzará la idea de que no vienen buenos
tiempos para el equipo ganador. Tampoco ha sido bien recibida la idea de descentralizar
las dependencias federales por el costo económico y la afectación que causaría
a cientos de miles de familias mexicanas.
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Sería
lamentable para este país que se pusiera en riesgo la estabilidad
Pero me quiero referir a dos
temas que son aún más preocupantes y que tienen que ver con la seguridad
presidencial: la desaparición del Estado Mayor Presidencial, para dejarle el
cuidado del Presidente a un equipo de 20 civiles encabezados por un chef y la
venta del avión presidencial. El atentado que ayer sufrió el candidato
presidencial de Brasil, el ultra Jair Bolsonaro, que ha desestabilizado a ese
país, o la experiencia reciente en México con el magnicidio de Luis Donaldo
Colosio, deberían generar una gran preocupación para el país, porque si AMLO va
en serio en eso de combatir la corrupción o va a continuar la guerra contra el
narco, aunque sea a través de otras formas, estará en permanente riesgo
personal y con ello también la estabilidad política y económica del país.
Somos conscientes de que el Estado
Mayor Presidencial o el avión presidencial (que no tiene ni Obama), nunca más
deberán servir para llevar a los hijos a un centro vacacional o para cuidar a
la Gaviota cuando se va de compras a París, pero es indispensable que el
Presidente Electo recapacite y entienda que no sólo se trata del cuidado de su
persona, sino de preservar la relativa paz y la estabilidad del país, es decir
un asunto de seguridad nacional. El sospechoso conflicto en la UNAM nos
recuerda que los intereses oscuros provocados desde los sótanos del poder
siguen vivos y dispuestos a luchar por conservar sus privilegios. Aunque faltan
poco menos de tres meses para que empiece su gobierno, el nuevo estilo personal
de gobernar -como diría Cosío Villegas- de AMLO ha desgastado rápidamente su
imagen pero además genera preocupaciones y pone en riesgo la frágil estabilidad
del país.
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Conversaciones
con el diablo
Raúl Cota, Rolando Placier y
Aletse Almada son los 3 finalistas para dirigir el Instituto de la Cultura Municipal de A Paz! Ellos y otros más
se sometieron a un interesante ejercicio democrático. Este se realizó el sábado
pasado en conocido centro de reuniones. Ahí los ciudadanos interesados en la
cultura pudieron elegir al prospecto que consideraron con los atributos
suficientes para conducir las políticas culturales de la comuna bajo el mandato
de Rubén Muñoz Álvarez.
Cuenta y bien la disposición
del edil que de entrada manda una lección de interés en este segmento tan
importante del gobierno municipal. Por bien de toda esta comunidad no estaría
mal que después de elegir al director también se incorporen a estas tareas al
resto de los participantes. En todas y todos veo capacidad que se puede
aprovechar...
Distinción para Gustavo Cruz Chávez, Rector de la UABCS quien
presidirá la Comisión Ciudadana de Evaluación y Apoyo a la Prevención Social de
la Violencia y Delincuencia en BCS. Entre sus funciones, estarán las de
supervisar y evaluar los programas financiados con recursos públicos para la
ejecución de las acciones de prevención social. Un buen trabajo tendrá por
delante... Y con esto nos despedimos: no olviden: hagan el bien y sean felices.