• Mendoza se embarcó en la escritura de sus memorias, enfundadas en una trilogía de novelas, que comenzó con El rey recibe, protagonizado por el periodista Rufo Batalla
BARCELONA.- El escritor
español Eduardo Mendoza se embarcó en la escritura de sus memorias, enfundadas
en una trilogía de novelas, que comenzó con El rey recibe, protagonizado por el
periodista Rufo Batalla que, “sin ser el alter ego” del autor, vivió los mismos
acontecimientos históricos.
En la presentación de El rey
recibe (Seix Barral), Mendoza plantea “no cómo fueron las cosas, que eso ya lo
cuentan los historiadores, sino cómo las vivió el protagonista”, que en su
personalidad y en su carácter recuerda al personaje de La verdad sobre el caso
Savolta.
El punto de partida es el
encargo que recibe el joven reportero de cubrir la boda de un príncipe en el
exilio con una bella señorita de la alta sociedad y que, por coincidencias y
malentendidos, traba amistad con el príncipe, quien le encomienda escribir la
crónica de su peculiar historia, algo que llevará a Rufo a Nueva York.
En la novela se refleja el
proceso de cambio de dos ciudades: Nueva York y Barcelona. Aunque la novela
tiene elementos autobiográficos, son, advierte Mendoza, “cronológicos,
históricos, pero no lo son en el protagonista ni en las cosas que le pasan a él
ni en las personas con las que trata”.
Remarca el autor que aunque
“no se trata de unas memorias disfrazadas” de novela, “parten de la misma idea que
podría haber dado lugar a unas memorias”.
Sin embargo, “por razones de
edad y trayectoria”, Mendoza pensó que “quizá tenía que escribir algo distinto
de lo que venía haciendo, y que había llegado la hora de cambiar de registro”.
Un motor lo llevó a escribir estas memorias en diferido: “dejar constancia de
lo que hemos vivido; si no lo contamos nosotros, nadie lo contará. Los
historiadores cuentan lo que pasó, pero cómo lo vivieron las personas, sólo lo
harán los testigos”.
Descartó escribir esas vivencias
en formato de memorias, sobre todo porque eso le “aburre mucho” y fue así como
surgió “la idea de escribir una novela con un personaje que hubiera vivido
momentos importantes” de su vida personal.
Arranca El rey recibe con un
protagonista en un momento avanzado de su vida, en los años 60, y aunque la
intención era que este primer volumen llegara hasta la muerte de Franco en
1975, finalmente llega hasta el asesinato de Carrero Blanco, en 1973.
Eduardo Mendoza, que ya está
escribiendo la segunda entrega de esta trilogía, no descarta todavía ampliarla
a un cuarto libro.