El jurado decidió que la cinta del mexicano era la mejor en la edición 75 del Festival Internacional de Cine de Venecia
VENECIA.
Alfonso Cuarón recogió ayer por Roma el segundo León de Oro de Venecia consecutivo para un cineasta mexicano, tras el conseguido el año pasado por La forma de agua, de Guillermo del Toro, que además en esta edición presidía el jurado de la competición oficial.
Precisamente su presencia al frente del jurado hacía temer que el León de Oro no fuera a manos de un mexicano, pero al final todos los miembros —entre ellos Naomi Watts y Christoph Waltz— decidieron por unanimidad que el filme de Cuarón era el mejor de la 75 edición de la Mostra, el más personal y en el que narra en un neorrealista blanco y negro su infancia en Ciudad de México.
Un León de Oro decidido por “absoluta unanimidad” de los nueve miembros del jurado —“9 a 0”, precisó Del Toro— y que fue muy aplaudido en la sala de prensa.
“Hay que entender el pasado para no repetir los mismos errores en el futuro”, dijo Del Toro, para quien “la película de Alfonso habla de múltiples dimensiones de la existencia”.
“Es un fresco y a la vez un retrato íntimo (...) Conviene reflexionar para poder entender el presente del México en que estamos”, agregó.
Del Toro fue el encargado de anunciar el premio a su amigo —“déjenme ver si sé pronunciar correctamente el nombre”, bromeó— con el que se fundió en un abrazo, un momento destacado por Cuarón en la rueda de prensa posterior.
“Es muy significativo estar aquí en Venecia. Aún más significativo y surreal recibirlo (el León de Oro) de Guillermo del Toro”, dijo Cuarón, quien destacó que al recoger el premio por fin pudo hablar con su amigo, aunque fuera sólo para “saludarlo y darle un abrazo”.
Con el León de Oro en las manos, el realizador mexicano se refirió a la importancia de que el cine dé voz a los más débiles y reconoció que su historia es de una “complejidad” un poco perversa, sobre las relaciones entre clases.
Porque Roma cuenta la infancia del director en Ciudad de México y la relación que su familia tenía con las mujeres que los cuidaban, dos indígenas interpretadas por Yalitza Aparicio y Nancy García.
“Yo no las veía como mujeres y su complejidad, ni como indígenas”, dijo Cuarón de un filme que “habla de cierta invisibilidad de grandes sectores de las sociedades en el mundo”.
GANADORES
El segundo galardón en importancia, el Gran Premio del Jurado —León de Plata— fue para The Favourite, una película en la que Yorgos Lanthimos da una vuelta de tuerca al cine de época y que cuenta con una gran interpretación de la británica Olivia Colman, una justa Copa Volpi a la mejor actriz.
Era la gran favorita por su papel de la reina Ana en la Inglaterra del siglo XVIII, como también lo era Willem Dafoe, que se hizo con la Copa Volpi masculina por su interpretación de Van Gogh en los últimos meses de su vida, narrados por Julian Schnabel en At Eternity’s Gate.
Menos esperado fue el León de Plata al Mejor Director para el francés Jacques Audiard en su primer proyecto en inglés, The Sisters Brothers, un western en clave de comedia que era el favorito del público.
Y otra de las películas que se esperaba que estuviera en el palmarés era The Nightingale, la única de la competición dirigida por una mujer, Jennifer Kent.
Lo está por partida doble. La película, que se ambienta en la Tasmania del siglo XIX y que cuenta una historia de abusos de mujeres y de aborígenes, pero también de venganza, se llevó el Premio Especial del Jurado.
Pero además, Baykali Ganambarr ganó el Premio Marcello Mastroianni al mejor intérprete emergente por su papel en el filme de Kent y aprovechó al recogerlo para reivindicar las culturas aborígenes.
El palmarés se completó con el premio más contestado e inesperado de la noche, el de Mejor Guión a los hermanos Ethan y Joel Coen, por The Ballad of Buster Scruggs, un conjunto de seis irregulares historias de western que van de la comedia absurda al drama.
Unos premios decididos la mayoría por unanimidad -“alguno por mayoría y ninguno protestado”— y que son el resultado “del diálogo entre 21 películas y nueve seres humanos”, precisó Del Toro.