· ¿Quiénes se van a quedar en el PRI a tratar de levantarlo, e invertir tiempo, dinero y esfuerzo para sacarlo adelante a este otrora partido invencible, hoy sumido, sin lugar a duda, en su peor momento? · Isaías González es el líder de la CROC a nivel nacional, aún es senador de la república, todavía no toma protesta como recién electo diputado federal y ya amenazó con buscar la candidatura de su partido a la gubernatura · Veremos quién o quiénes son los valientes priistas que asumirán el reto de intentar levantar a su partido herido de muerte
Mientras que en la mayoría de
los partidos políticos se aprestan a trabajar para la renovación de sus
respectivas dirigencias estatales, en el PRI parece que no hay prisa por
determinar quién o quienes pueden ser los nuevos conductores del destino
político de este organismo que sin duda pasa por el peor momento de su
existencia.
Acostumbrado más a ganar que a
perder el tricolor aún parece estar en la lona luego de la derrota sufrida en
la entidad lo que lo mantiene literalmente por el momento fuera de combate.
Entre las casusas que propios
y extraños señalan es que gran parte de su debacle en la localidad se debe a la
eterna lucha entre los grupos políticos internos que encabezan los senadores
Ricardo Barroso, Isaías González y la aún diputada federal, Esthela Ponce.
Estas tres figuras se han
confrontado tanto que sus propios seguidores tienen dificultades para olvidar
viejos y nuevos agravios y resulta casi imposible reconciliarse y trabajar
unidos para recomponerse y estar en condiciones de ser competitivos para el
proceso sucesorio estatal del 2021.
En una clara disputa por lo
que resta del tricolor, por las migajas resultantes de un desastroso proceso
electoral, el senador Isaías González será diputado federal por la vía
plurinominal, al tiempo que ya desde ahora ha señalado públicamente que aspira
a ser el futuro candidato tricolor a la gubernatura de la entidad.
Isaías González es el líder de
la CROC a nivel nacional, aún es senador de la república, aún no toma protesta
como recién electo diputado federal y ya amenazó con buscar la candidatura de
su partido a la máxima posición política de la entidad.
Así de claro y de obvia es la
facilidad con que la indolencia política se presenta en este partido en donde
un día, está literalmente en el suelo y otro aún más abajo.
Ante estas pésimas condiciones
muchos se preguntan cuál será el papel de este organismo político que en las
ultimas semana previos a la elección del pasado primero de julio también sufrió
la desbandada de algunas desgastadas figuras priistas que se refugiaron en
Morena, que durante su
lucha por ganar la campaña
electoral, sumó de todo, tanto que ahora paradójicamente prefirió cerrar su
proceso de afiliación hasta nuevo aviso.
Así que en el tricolor no solo
tendrán que analizar las actitudes y acciones realizadas que provocaron su
derrumbe, sino incluso la posibilidad de cambiar de nombre, de colores, de
banderas o de lo que sea con tal de llegar a las futuras contiendas
político-electorales con posibilidades de recomponerse y dar batallas con
opciones de ganar… o de perder dignamente.
¿Quiénes se van a quedar en el
PRI a tratar de levantarlo, e invertir tiempo, dinero y esfuerzo para sacarlo
adelante a este otrora partido invencible, hoy sumido indiscutiblemente en su
peor momento?
Por lo pronto en el tricolor
no se ve gran movilidad, sus oficinas reina el silencio y sufren de una
ausencia de militantes que es el claro reflejo de la enorme derrota que este
organismo vivió practicamente en todo el país.
Mientras que Morena ya decidió
ratificar su dirigencia estatal por prácticamente un año y medio más, en el PAN
se trabaja para organizar el proceso electivo de su futuro dirigente local, en
el Revolucionario Institucional, parece que la están pensando mucho para hacer
el levantamiento de una estructura partidista que quedó totalmente avasallada.
Veremos quién o quiénes son
los valientes priistas que asumirán el reto de intentar levantar a su partido
herido de muerte.
El tricolor sudcaliforniano
requiere cirugía mayor de altísimo riesgo, sin embargo, aún no se ve el experto
cirujano político que tenga el perfil, la capacidad real y el deseo sincero de
salvar a este casi extinto organismo político.
¿No le parece así amable
lector?