+López Obrador pide actuar con tolerancia lo que es un enorme reto para los más radicales simpatizantes de su proyecto. +Necesario ponderar el bienestar común de la población, una muestra de ello la reunión de alcaldes electos con titular de finanzas. +Se espera que el nuevo Congreso del Estado legisle por encima de intereses de grupo o de partidos políticos.
Finalmente Andrés Manuel López
Obrador recibió su constancia de mayoría que lo acredita como presidente electo
de nuestro país al tiempo que en los últimos días, el futuro mandatario se ha concretado
en gran medida a tratar de hacer notar a sus principales colaboradores y
seguidores que habrá que “actuar con tolerancia”, precisamente porque las
campañas ya acabaron.
Esta actitud hasta cierto punto
inesperada principalmente para los más radicales integrantes de Morena aún mantiene
con cierto grado de desconcierto en quienes pensaron que una vez en el poder López
Obrador mantendría su rivalidad y la actitud de confrontación y rivalidad con
algunos sectores de la sociedad mexicana sobre todo de la poderosa clase económica
que en muchas ocasiones fue llamada por el ahora futuro jefe del ejecutivo
federal, como “mafia del poder” o “minoría rapaz”.
Está claro que esas
expresiones difícilmente se volverán a escuchar de la boca de un López Obrador
que ahora está concentrado en generar confianza sobre las acciones emprendidas
ya desde ahora incluso sin colocarse de manera formal la banda presidencial, que
según ha dicho beneficiarán a todos los mexicanos por igual.
Ese es precisamente el reto.
Tomar decisiones que
beneficien a la población en general independientemente de si votaron o no por la propuesta morenista.
Definitivamente es una imperiosa
necesidad que López Obrador mande señales como estadista y no como si aún anduviera
en campaña aunque muchos de los más radicales morenistas quisieran que el
lenguaje belicoso aún se mantuviera en el ya superconocido florido léxico del
futuro mandatario nacional.
Sin embargo, todo parece
indicar que en ese sentido ya hay cambios.
El problema quizá se observe
en algunas entidades o regiones donde sus representantes no aceptan a la primera,
a bote pronto, y batallan para digerir el asunto de que no es lo mismo exigir a
un gobierno sistemáticamente que estar precisamente en la posición de gobernar
y desde luego de responder a la altísima expectativa generada durante el tiempo
de proselitismo electoral.
En Baja California Sur por
ejemplo, los principales representantes de Morena, tendrán que hacer el
esfuerzo de madurez y disciplina política y de trabajar con madurez para centrarse
más en el lograr beneficio de la sociedad en general para coordinador esfuerzos
institucionales entre los tres niveles de gobierno.
Una muestra de ello es la
reciente reunión del secretario de finanzas Isidro Jordán con los alcaldes morenistas
electos de los municipios de La Paz, Los Cabos y Comondú, Rubén Muñoz, Armida
Castro, y Walter Valenzuela, respectivamente, quienes en esta primera reunión definieron
trabajar con completa transparencia y claridad lo referente a la política
fiscal y de recaudación de algunos impuestos municipales que ahora son captados
por el gobierno estatal para después reintegrarlos de manera íntegra con una
aportación adicional producto de las participaciones que son gestionadas ante
la federación mediante una bolsa de recursos conformada justamente con las
contribuciones municipales.
De la misma manera se espera
que el resto de los representantes populares emanada del partido de López Obrador,
hagan lo propio.
Se espera que algo similar
suceda en el congreso del estado donde prevalezca el atender el bienestar común
de la ciudadanía por encima de intereses de grupos o partidos que frenen el desarrollo
de la entidad y por supuesto por encima de cualquier vieja rencilla o deseo de
venganza reprimido
Así que las líneas de acción
generadas por el futuro presidente de nuestro país, tendrán que ser bien
digeridas, procesadas y por supuesto aplicadas por quienes aquí representan esa
corriente política y dejar atrás los discursos de confrontación y de agresión política
que son válidos de alguna manera en las contiendas electorales pero que simplemente
ya no aplican cuando se intentan expresar desde una posición de gobierno.
La comunidad en general espera
que quienes serán nuestros futuros representantes, también sean buenos para
cumplir como futuros funcionarios y no solo se destaquen por exigir.
Ha llegado el momento
histórico de que quienes recibieron el voto mayoritario de la población
demuestren sensatez y sentido común para estar por encima de cualquier reacción
visceral tal como lo intenta realizar el ahora residente electo de México.
¿No le parece así amable
lector?