· Tuvo que tomar una decisión y jugar el partido clave de las Águilas Verdes a pesar de las amenazas de que matarían a su padre si hablaba con las autoridades
Ciudad de México.-
"Recibí una llamada cuatro horas antes del inicio (Nigeria-Argentina). Me
dijeron que matarían instantáneamente a mi padre si informaba a las autoridades
o se lo contaba a alguien".
El capitán de Nigeria, John
Obi Mikel, mediocampista del Tianjin TEDA, vivió un verdadero infierno previo
al duelo definitivo de las Aguilas Verdes ante Argentina en la Jornada 3 del
Mundial de Rusia 2018.
Y es que antes de salir a la
cancha del Estadio de San Petesburgo y buscar el boleto a los Octavos de Final,
el jugador recibió la peor noticia: su padre había sido secuestrado, algo que
lo partió en dos, pues pensaba en la seguridad de su progenitor, pero también
en toda la afición nigeriana que se esperanzaba con la selección.
"Jugué mientras mi padre
estaba en manos de los delincuentes. Tuve que suprimir el trauma. Estaba
emocionalmente angustiado y tuve que tomar una decisión sobre si estaba
mentalmente listo para jugar. Estaba confundido. No sabía qué hacer pero, al
final, supe que no podía dejar 'tirados' a 180 millones de nigerianos. Tuve que
apartarlo de mi cabeza e ir a representar a mi país primero", dijo para el
diario británico The Guardian.
Mikel relató que un familiar
le proporcionó el número de los secuestradores y los contactó de inmediato para
recibir las instrucciones y el tiempo del rescate. "Solo un círculo muy
reducido de mis amigos lo sabía. Tampoco quería discutirlo con el entrenador
porque no quería que mi problema se convirtiera en una distracción para él o
para el resto del equipo antes de un partido tan importante", explicó.
Afortunadamente su padre,
quien ya había sido víctima de este mismo delito en 2011, fue liberado, sin
embargo se encuentra en un hospital con cuidados especiales por el daño físico
que sufrió.
"Mi padre fue liberado de
manera segura el lunes por la tarde. Agradezco a las autoridades policiales sus
esfuerzos por el rescate y el apoyo que he recibido de amigos y familiares.
Desafortunadamente, mi padre está en el hospital recibiendo tratamiento de
emergencia como resultado de la tortura que recibió durante su captura".