Sombra, es el nombre de una pastor alemán de 6 años que ha ayudado a la policía de Colombia a detectar más de 2 mil kilos de cocaína
BOGOTÁ
Ésta es la historia de una perra antinarcóticos con un precio sobre su cabeza.
Sombra, una pastor alemán de 6 años, ha ayudado a la policía de Colombia a detectar más de 2.000 kilos de cocaína escondidos en maletas, barcos y grandes cargamentos de fruta.
Pero conforme la perra olisquea su camino hacia un récord de decomisos, también se ha convertido en el objetivo más reciente del grupo narcotraficante más poderoso de Colombia.
La policía colombiana reveló recientemente que el Clan del Golfo, un cartel que cuenta con su propio ejército guerrillero, ha ofrecido una recompensa de 7 mil dólares a quien mate o capture a la diestra sabuesa.
Luego de la amenaza, los agentes reubicaron a Sombra de un transitado puerto en la costa caribeña de Colombia a la capital, en donde ahora utiliza su extraordinario talento para olisquear a través de paquetes sospechosos en el aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá.
Cuando concluye su jornada de seis horas, Sombra es trasladada en camioneta con ventanas blindadas a su perrera. La suelen escoltar dos guardias armados.
“Tenemos que encargarnos de su seguridad”, dijo el agente José Rojas, el cuidador de 25 años de Sombra.
Las pesquisas de Sombra son más necesarias que nunca ya que la policía colombiana lucha contra la creciente producción de cocaína que pone a prueba las relaciones tradicionalmente cercanas con Estados Unidos. Un informe reciente de la Casa Blanca halló que la cantidad de tierra en donde los agricultores y narcotraficantes cultivan la planta utilizada para producir cocaína aumentó 11% en 2017, a pesar de los 10.000 millones de dólares de Estados Unidos destinados a la campaña antinarcóticos.
“El mensaje del presidente Trump a Colombia es claro: el crecimiento récord de la producción de cocaína debe revertirse”, advirtió Jim Carroll, vicedirector de la oficina de control de drogas de Estados Unidos.
El presidente electo de Colombia, Iván Duque, promete una estrategia más severa para acelerar la erradicación con medidas que incluirían rocío aéreo y el uso de drones. Pero incluso con la avanzada tecnología, los expertos dicen que la investigación en tierra, como aquella que realiza Sombra, es indispensable.
Algunos de las hazañas recientes de Sombra incluyen descubrir más de cinco toneladas de cocaína del Clan del Golfo destinados a Europa y ocultos en cajones de bananas. Los agentes también le dan crédito a su increíble nariz de más de 245 arrestos relacionados con drogas en dos de los aeropuertos más grandes de Colombia.
“Su olfato ha sobresalido por encima de los demás caninos”, dijo Rojas.
Los carteles de drogas como el Clan del Golfo han tomado nota de sus habilidades.
Luego de enterarse que habían puesto un precio a la cabeza de Sombra, el director de la policía nacional de Colombia ordenó que fuera trasladada a su nuevo puesto a principios de este año, según medios locales. Los investigadores descubrieron la amenaza contra Sombra a través de una llamada interceptada.
“Sombra es un pastor alemán que se ha convertido en el terror de las organizaciones criminales”, afirmó un artículo reciente publicado en El Espectador de Colombia.
En un día común, Sombra se levanta a las 6 de la mañana y es llevada de su perrera a su trabajo en el aeropuerto El Dorado para inspeccionar paquetes y carga. Con su chaleco neón protector, orejas puntiagudas y boca semiabierta, parece más una querida mascota familiar que un experimentado perro de policía.
Desde que fue transferida en enero, Sombra ha olfateado miles de kilos de cocaína, ayudando a sus cuidadores a encontrar las drogas escondidas en cajas de zapatillas y collares de madera. Hace unos meses, el obstinado can también olisqueó como 77 kilos de cocaína colocados muy al fondo de una máquina industrial.
El trabajo es riesgoso: la policía nacional de Colombia calcula que ha perdido al menos 1.800 agentes en las últimas dos décadas y varios perros en la guerra contra las drogas. Algunos agentes fueron asesinados por sicarios bajo las órdenes de los narcotraficantes, mientras que otros murieron en ataques como bombazos en estaciones policiales. Varios caninos han muerto mientras ayudan a los agentes a erradicar los cultivos de cocaína.
Las victorias de Sombra la han convertido en una especie de querida de los medios y, al trotar alrededor del aeropuerto de Bogotá con su cuidador, algunos seguidores la detienen ocasionalmente para tomarse una selfie.
Rojas dijo que la atención estelar que recibe no ha afectado a Sombra.
“Es mucho más fácil el trabajo con ella ya que atiende mejor las órdenes que le imparto. Además de eso es más juguetona que los demás”