Cabo San Lucas, Baja California Sur.- Ciudadanos de Los Cabos, principalmente de la delegación de Cabo San Lucas (CSL) se organizaron para llevar a cabo este martes 17 de julio una manifestación en las oficinas delegacionales y el palacio municipal, esto por la constante falta de agua en el destino. 

El evento fue creado en Facebook y lleva el nombre de “La ropa sucia se lava en la dele y en el palacio”, ya que pretenden llevar a lavar su ropa con el agua de las oficinas del gobierno municipal, como una manera de exigir que se envié la suficiente agua a las colonias. 

La protesta está programada para comenzar a las nueve de la mañana de manera simultánea en ambas ciudades, además los asistentes pretenden incluso realizar su aseo personal en el lugar, argumentando que la falta de agua no se siente en las oficinas de gobierno, a diferencia de las colonias que pasan hasta 20 días sin el vital líquido. 

El grupo de Facebook organizador de la manifestación se llama “BCS no se vende, BCS se defiende”, esta agrupación pide a todos los que padecen por la falta de agua a que se unan a la protesta de esta mañana. 

“Tomar lo que nos pertenece. A los hoteles y restaurantes jamás les falta el agua como a quienes vivimos aquí, tal vez no lo sabes, pero hasta a los servicios médicos que te atienden a ti y a tu familia les restringen el agua, ¿Vas a seguir agachado?” se lee en la invitación. 

Desde la entrada de la administración encabezada por Arturo De la Rosa Escalante, se dio a conocer la intención de construir una nueva planta desalinizadora, que ayude a mejorar el déficit de agua que se padece, que es de alrededor de 200 litros por segundo y a pesar de que el proyecto ya fue autorizado, la alcaldesa electa, Armida Castro Guzmán ha manifestado no estar muy convencida de él, ya que es más viable ampliar el segundo módulo de la planta ya existente y de este modo evitar endeudar al ayuntamiento. 

Mientras las soluciones llegan, la comunidad que habita en Los Cabos tiene que pagar de manera mensual por un servicio que les llega hasta dos veces por mes, teniendo que pagar además por pipas de agua para poder contar con el vital líquido, que es un derecho humano.