· PAN y PRI requieren hacer un autoanálisis exhaustivo y estrictamente honesto para recomponerse y seguir adelante para el 2021 · En el tricolor continúan los caprichos y ahora Pedro Barroso, hermano del senador Ricardo Barroso impugnó la única regiduría plurinominal asignada a ese partido en La paz · La tarea no será sencilla en la conformación de una nueva plataforma política-electoral
Una vez concluido el conteo de
los votos y que ha quedado prácticamente definidas el cien por ciento de las
posiciones en que quedarán victoriosos y vencidos de la pasada jornada
electoral, la atención se centra ahora en lo que harán a partir de esta semana
los diversos partidos políticos para los objetivos a corto mediano y largo
plazo político con miras al 2021.
¿Por qué tan pronto aparece en
la mesa de los diversos analistas y dirigentes partidistas el posible escenario
el 2021?
Simple y sencillamente porque
la nueva configuración política del país y de la entidad, obligará literalmente
a todos los actores políticos a replantear la manera de hacer la tarea para la
conformación de lo que podría ser la plataforma para la sucesión gubernamental.
De entrada, tanto en el PRI
como en el PAN parece existir urgencia en la renovación de sus respectivas
dirigencias nacionales para que además de hacer un exhaustivo autoanálisis
sobre lo que está bien y lo que ya no funciona, es prioritario en congregarse
en torno a la fuerza potencial que puede ser orientada a participar con éxito
en los retos venideros.
Estos partidos a pesar del
tremendo golpe que les propinó Morena, son definitivamente las fuerzas que le
harán la competencia al partido de López Obrador, ya que el resto de los
organismos políticos, entre los que se encuentran el PES, Nueva Alianza,
Movimiento Ciudadano y hasta el PRD quedaron y disminuido e incluso en algunos
casos hasta el registro nacional están a punto de perder.
Así que a nivel local los
priistas como los panistas seguramente ya desde ahora se encuentran tratando de
concentrarse en la próxima medida que les permita recomponerse de esta
inesperada derrota que removió hasta lo más profundo de sus estructuras
internas.
En el PRI sudcaliforniano, por
ejemplo, que hasta ahora encabeza Gabriela Cisneros bajo la estricta dirección
del aún senador y dirigente nacional de la CROC Isaías González, quien por
cierto será un nuevo diputado federal por la vía plurinominal, literalmente
tendrán que rescatar lo que puedan de los escombros en que quedó este organismo
político luego de la peor derrota electoral registrada a nivel nacional.
Tendrán que dejar atrás los
caprichos y la súper ventilada y conocida división interna de los tradicionales
liderazgos, que nunca (ni antes ni después de la campaña) se pusieron de
acuerdo y que todo parece indicar que seguirán por la ruta del desacuerdo, como
se observa ahora apenas a
diez días de la elección, la
impugnación que presentó Pedro Barroso, hermano del senador Ricardo Barroso, a
la designación de la una regiduría plurinominal a Iris Celina Álvarez Banderas
en el ayuntamiento de La Paz, que encabezará como alcalde, el morenista Rubén
Muñoz Álvarez.
Vaya, para variar, más de lo
mismo en el tricolor sudcaliforniano.
Por su parte en el PAN
sudcaliforniano, que se desempeña como presidente en funciones, Javier Bustos,
también se verá obligado por las circunstancias a realizar ese autoanálisis
exhaustivo, sobre todo, estrictamente honesto y sincero para reorganizarse y rescatar
de la fuerza y capacidad que demostraron en este proceso electoral y replantear
las tareas por hacer.
Acción Nacional tendrá el reto
de sumar la fuerza que representan los grupos que disputaron alcaldías,
diputaciones y senadurías y que ahora no lograron la mayoría de los votos, pero
que definitivamente tienen un potencial que seguramente no dejarán que se
pierda.
Ese seguramente será al reto,
mantener a unidad de los diversos actores políticos de blanquiazul, quienes al
mismo tiempo, no pierden de vista la posibilidad de que haya una renovación en
la dirigencia nacional de este organismo.
Así que tanto el PRI con el
PAN que dieron una verdadera pelea por la presidencia del país, acompañado por
sus respectivos aliados, ahora tienen en la media península el reto de seguir
adelante hacia la toma de decisiones que sean necesarias para levantarse y
mantener vigentes su propuesta.
No será tarea sencilla, pero
definitivamente es necesario que esa referida organización interna la lleven a
cabo si definitivamente existe la intención de conformar una plataforma
política-electoral competitiva para dentro de tres años, en las elecciones
donde habrá una nueva sucesión gubernamental.
Parece lejano visualizar el
2021, pero ante las nuevas circunstancias políticas parece que apenas si se
está a tiempo de reorganizarse.
¿No le parece así amable
lector?
Veremos qué deciden.