• Los galos y los Diablos Rojos dieron un juegazo a la altura de las Semifinales, Hugo Lloris fue figura para los franceses, que buscarán su segundo título mundial ante Inglaterra o Croacia.
Estadio Krestovski, San
Petersburgo.- Fue una cátedra de futbol, donde apenas por una cabeza y un poco
más de oficio Francia se convirtió en finalista del Mundial de Rusia 2018.
El cuadro galo fabricó una
victoria apenas suficiente sobre Bélgica, que aun en la derrota y junto a los
galos confirmó que el futbol tiene futuro. Porque a pesar de lo ajustado del
marcador, el partido fue un regalo de disciplina táctica, precisión, atajadas y
velocidad.
Difícil superar la modernidad
ofrecida por ambas selecciones y por lo cual fue tan solo el salto de Samuel
Umtiti el que definió todo, cuando al 51’ le ganó el brinco a Marouane Fellaini
y puso el 1-0 definitivo.
Campeones en Francia 98 y
subcampeones en 2002, Les Bleus volverán a una Final contra el ganador del
Inglaterra vs. Croacia de este miércoles, curiosamente hoy agradecidos como
pocos con sus últimos hombres.
Porque si fue Umtiti el
anotador, luego de que Olivier Giroud falló un par de opciones claras, el
portero Hugo Lloris fue un héroe, sobre todo por un atajadón a una media vuelta
de Toby Alderweireld al 22’ y al final por un lance para detener un tiro de
Axel Witsel.
Más allá de ellos, Mbappé no
tuvo mucho para rematar pero en cambio fue un asistidor de lujo, con pases de
taquito y, por ejemplo, un pase filtrado que Benjamin Pavard casi convierte en
gol en el primer tiempo.
En esa mitad fue Bélgica la
que de inicio tuvo más opciones, con un vertiginoso Eden Hazard por izquierda,
pero sin el oficio de los galos para mantener el dominio. Porque Francia
dispuso la táctica, al esperar a los belgas que con espacios habían sido
letales contra Brasil.
Poco podrá reprocharse Bélgica,
más allá de los centímetros de salto que no le alcanzaron a Fellaini para
evitar el remate de Umtiti. De ahí en fuera, estuvieron a la altura, con el
propio Fellaini buscando reivindicarse con un cabezazo que pasó a centímetros
del poste en la recta final o con Courtois también heroico.
El arquero le desvió con el
talón el remate a Pavard y al final, cuando Bélgica era el obligado, fue al
menos quien evitó que la caída fuera más dolorosa. Ambos con planteles jóvenes,
confirmaron que el futbol tiene futuro y que hay vida después de Alemania,
Brasil, Argentina o España.