· Ahora, el IMSS pubicó en su cuenta de Twitter los beneficios de este delicioso platillo y algunos consejos para no excederte y hacerlo realmente saludable
CIUDAD DE MÉXICO.- Ya sea
rojo, blanco o verde, con o sin chile, rábanos, salsa y orégano, el pozole es
uno de los platos más mexicanos y que se disfruta en especial en las fiestas de
septiembre, aunque se nos antoja todo el año.
El pozole es una especie de
caldo hecho a base de granos de maíz de un tipo conocido comúnmente como
cacahuazintle, al que se le agrega, según la región en la que se prepare, carne
de pollo o de cerdo como ingrediente secundario y se acompaña de maneras
distintas, ya sea con tostadas con crema, y hasta patas de cerdo.
Para hacerse agua la boca.
Ahora, el IMSS pubicó en su
cuenta de Twitter los beneficios de este delicioso platillo y algunos consejos
para no excederte y hacerlo realmente saludable.
No importa si es 15 de
septiembre o cualquier día del año, el pozole es uno de los platillos por
excelencia de la gastornomía mexicana, la combinación de sabores y que sea un
plato caliente, hace que sea el favorito de muchos mexicanos.
La palabra pozole tiene su
origen en la palabra nahuatl, pozolli que significa ‘hervido’, y es un platillo
cuyas raíces se encuentran en las culturas prehipánicas.
Con la conquista, el pozole
cambio algunos de sus ingredientes y hoy en día conocemos al menos tres
variedades: el rojo -característico de Jalisco, Sonora, Nayarit, Guanajuato y
Sinaloa-, el verde y el blanco de Guerrero. Afortunadamente estas variedades se
pueden encontrar a lo largo y ancho de la República Mexicana.
El pozole cuenta con varios
elementos que hacen que su sabor sea tan rico. Primero el caldo bien caliente
-si es rojo será con chile guajillo, blanco con el caldo de la carne y el maíz,
y el verde hecho con tomate-, después se agrega una buena porción de grano de
maíz hervido conocido como ‘cacahuacintle’ y para finalizar, el toque de la
carne de res o de pollo, según sea el gusto del comensal.
Como buen platillo mexicano
lleva varios ingredientes adicionales que le dan un toque extra de sabor, como
cebolla, col o lechuga, orégano, limón, rábano, chicharrón y aguacate en el
caso del verde, salsa de chile guajillo o polvo en chile, se acompaña con
tostadas y crema. Más que suficiente para que se haga agua la boca y nos atrevamos
a pedir un plato más de este delicioso manjar. Así es como el pozole se
convierte en una obra maestra de la cocina mexicana
Sin embargo, sus orígenes se
remotan a la época prehispánica donde la carne humana era utilizada para el
caldo, como fue registrado por algunos frailes en su llegada a la Nueva España,
como Fray Bernardino de Sahagún, quien apunta que se utilizaba carne de los
sacrificos utilizados en ls fiesta del Señor el Desollado, xipe Totec.
Tras la evangelización de los indigenas, se prohibieron
estas practicas antropofágicas y sustituyeron la carne de humano por la del
cerdo.