· Jóvenes investigadores del IPN elaboraron el embutido a base de calamar, surimi y fibra de cáscara de naranja; personas con colesterol pueden comerla; buena para la dieta diaria, afirman
CIUDAD DE MÉXICO.- Para
promover el consumo de mariscos y brindar beneficios a la salud, estudiantes
del Instituto Politécnico Nacional (IPN) elaboraron una salchicha a base de
carne de calamar, surimi y fibra de cáscara de naranja, la cual es rica en
proteínas, vitaminas y baja en grasas, por lo que es apta para el consumo de
todo tipo de personas, incluso aquéllas con problemas de colesterol.
Se trata de un producto
desarrollado en la planta piloto de carnes de la Escuela Nacional de Ciencias
Biológicas (ENCB), por Dafne Caamaño Ruiz, Daniel Aviña Vega y Laura González
González, quienes señalaron que aun cuando México posee amplia variedad de
alimentos provenientes del mar, éstos muchas veces no se aprovechan por
desconocimiento de su valor nutricional.
Así que tomaron en cuenta esa
situación para alentar específicamente el consumo de calamar, el cual posee
alto contenido de proteínas de buena calidad, aportando por tanto la mayoría de
aminoácidos esenciales; es bajo en grasas y calorías, además posee minerales
como potasio, magnesio, zinc, fósforo, hierro y manganeso, aunque en pequeñas
cantidades, también aporta vitaminas A, B3 y B12.
Los pasantes de Ingeniería
Bioquímica agregaron surimi a la mezcla para elaborar el embutido, por ser este
rico en proteínas, prácticamente exento de grasa y con muy pocas calorías.
Los jóvenes politécnicos
señalaron que éste es un producto altamente innovador y potencialmente
comercializable, ya que las salchichas convencionales se elaboran
principalmente con carne de res, pavo, pollo y cerdo, pero ninguna es preparada
con mariscos.
Subrayaron que los embutidos
de ese tipo no contienen fibra, mientras que la salchicha elaborada en el
Politécnico fue adicionada con fibra insoluble proveniente de la cáscara de
naranja, con el propósito de favorecer la digestión.
Para obtener una emulsión de
buena calidad, los estudiantes politécnicos agregaron a la formulación harina
de yuca, la cual contiene minerales como potasio, fósforo, hierro, magnesio y
calcio, además de ser fuente de vitaminas B y C.
El producto fue elaborado con
base en las normas oficiales de higiene y calidad. Contiene un porcentaje menor
de conservadores que los embutidos comerciales y su vida en anaquel es de dos
semanas en refrigeración. En el proyecto recibieron asesoría de la profesora
Elizabeth Marisela Martínez Nava.
Consideraron que por ser un
alimento con un balance nutricional que aporta beneficios a la salud, es una
buena alternativa para incluirse en la dieta diaria, por lo que buscarán
inscribir el proyecto en el Centro de Incubación de Empresas de Base
Tecnológica (CIEBT) del IPN para ponerlo al alcance de la población.