La actriz contó que adentrarse a un personaje tan sicológicamente oscuro, como el de la serie 'Sharp Objects' la hizo acudir a su esposo a diario para salir de la oscuridad
LOS ÁNGELES.
El ser humano esconde crueldad, terror y desórdenes mentales que conducen a envolver a dos niñas por el cuello y ver a través de sus ojos cómo se escapa la vida. Aunque la locura empuja más a tomar unas pinzas y extraer los dientes mientras la encía escurre.
Sharp Objects, la miniserie de la cadena HBO que se estrena este domingo a las 22:00 horas, adaptación del libro homónimo de la escritora Gillian Flynn, se ocupa particularmente de contar la historia de la periodista alcohólica Camille Preaker (Amy Adams), cuya piel está llena de mensajes cicatrizados y grabados con objetos punzocortantes, quien busca resolver el asesinato de Ann y Natalie, en su pueblo natal.
Pero lo realmente perturbador es imaginar que un loco puede hacerle daño a los seres queridos o que la mente de uno mismo puede encontrar caminos lacerantes para aliviar traumas del tiempo, según compartieron a Excélsior Adams y el director Jean-Marc Vallée, realizador que estuvo a cargo de Dallas Buyers Club.
Es un gran paquete de la disfunción”, arranca la actriz de 43 años.
“En algún punto de mi vida me hubiera interesado ayudar a una persona así, pero ahora con una hija (Aviana) me he vuelto más cuidadosa con las personas que invito a entrar en mi vida y puedan consumir la vida familiar. Di vueltas en círculos por la oscuridad del ser humano, pero con una hija en casa puede ser complicado.
Así que le hice saber que ella es la prioridad y que no hay que tener miedo de intentar cosas nuevas. Fuera de Hollywood hay la tentación de dar a tus hijos lo que nunca tuviste o de que haya disentimiento, así que quiero enseñarle la independencia poco más que la ética y todas esas cosas que puedan ayudarla a lograr lo que decida para su futuro, en lugar de darle todo, a veces no le parece justo pero así creo que debe de ser”, agregó.
Adams, quien por cierto repite el papel de periodista —en el Universo DC es Lois Lane, reportera del Daily Planet—, en un estereotipo más allegado a la realidad, con gusto por la bebida, soltera y desastrosa vida social, hizo esta reflexión, ya que Preaker es una mujer traumada por la muerte de su hermana y el nulo cariño que recibió de su elegante y perfeccionista madre Adora (Patricia Clarkson).
Y entrar a las sombras requirió la presencia de Vallée, un hombre que empujó a Jared Leto (Dallas Buyers Club) y a Reese Witherspoon (Salvaje) al máximo con su carácter frívolo y profesional.
Hasta Amy cuenta que el mismo cineasta le advirtió si estaba lista para ir al límite, para ser interrogada y llegar a la depresión, al grado de requerir a su esposo, Darren Le Gallo, para volver a la realidad.
“Realmente te afecta estar rodeado de tristeza, cadáveres de niñas y sangre. Soy padre, mis hijos ya está grandes, pero perder brutalmente a un hijo, vamos...es duro. Y sí, exigí a Amy, porque me asustó el material de una mujer poderosa, pero con cortes en todo el cuerpo y atorada en el abuso, te rompe el corazón.
La tuve que alentar porque fue duro para ella empinarse la botella, cortarse, conducir ebria, en el personaje, obvio; pero a sus 40 años, desnudarse y mirar su cuerpo cicatrizado es para respetar”, contó el director canadiense de 55 años.
El misterio de Sharp Objects y las niñas asesinadas se descubrirá a lo largo de ocho episodios, en los que Camille estará también luchando por resolver el rompecabezas familiar entre su madre y su loca hermana preadolescente, Amma (Eliza Scalen), amante de las drogas, coqueta y con un extraño gusto por una peculiar casa de muñecas.