· Con qué cara habla Rubén Muñoz de honestidad y del deseo de actuar con pulcritud administrativa si cuenta ahora con el exsecretario general del ayuntamiento paceño, Isidro Ibarra quien fue despedido precisamente por falta de confianza · Intolerancia, desesperación acusaciones, agresiones y hasta verdaderas faltas de respeto a la población, al mismo proceso electoral y por supuesto a sus adversarios, son las características de abanderados de Morena · En esa ola de burlas y de una evidente intolerancia hacia todos lo que se atreven a señalarles sus evidentes pifias, pretenden alcanzar el voto de la mayoría de los ciudadanos que está claro que no es tan sencillo verles la cara
A pocos días ya de que se
realicen las elecciones más competidas del país, seguramente escucharemos a los
candidatos de los diversos partidos políticos ofrecer el cielo y las estrellas
para captar la atención y los votos de los ciudadanos que se encuentran ante la
oportunidad histórica de definir el rumbo de nuestro país y por supuesto de
nuestros respectivos municipios.
En esta ocasión en la que una
vez más tenemos la oportunidad de sufragar y decidir por lo que queremos para
nuestro futuro como sociedad, vale la pena reflexionar sobre lo que cada aspirante
a la presidencia del país, senaduría, diputación federal o local y Ayuntamiento
ofrece a la población.
Así que el ciudadano intuye
que en esta ocasión, como suele suceder en los procesos electorales está a la
expectativa de lo que proponen los aspirantes a los diferentes cargos de
elección popular.
Entre estos aspirantes hemos
visto prácticamente de todo, pero donde más intolerancia, desesperación
acusaciones, agresiones y hasta verdaderas faltas de respeto a la población, al
mismo proceso electoral en sí mismo y por supuesto a sus adversarios, son los
abanderados de Morena, que en la entidad, francamente dejan mucho que desear.
Además de estar montados en la
campaña nacional de López Obrador, convertidos literalmente en promotores de la
candidatura presidencial morenista y lejos de hacer propuestas concretas, se
han dedicado a denostar y reaccionar de manera muy visceral, cuando son
cuestionados sobre temas en donde su respectiva trayectoria es cuestionada.
En el caso de la propuesta de
Morena al Senado del cuestionado exalcalde paceño, exdiputado federal y
exsecretario de educación en la entidad, Víctor Castro, es evidente el afán de
alcanzar la senaduría si contactar de manera directa a la población, solo
“cubierto” por la figura de la campaña nacional de morenista para convertirse
posteriormente en la voz más escuchada al interior de su partido.
Por supuesto que por encima de
su dirigente estatal Alberto Rentería quien, de todos es sabido, mantiene una
lucha interna con quienes arribaron a ese organismo político a desplazar todo
lo que hasta ahora han podido.
Pero lo que resulta por demás
patética es la propuesta morenista a la alcaldía de La Paz, con un expriista
como Rubén Muñoz Álvarez que cuando usted lo escucha habar con tanto ahínco sobre
su intención de atacar la supuesta corrupción, es impresionante su fallido
intento de demostrar capacidad histriónica mediante la cual pueda levantar
verdaderas cortinas de humo para lograr inducir el voto de la ciudadanía a su
favor y olvidar lo que más le preocupa su fama de mitómano y e incongruencia
entre lo que dice y hace.
Por supuesto con ello que con
esa irreverencia y fragilidad emocional que se refleja en su ira que carga a
flor de piel, Rubén Muñoz, puede pasar por encima de quien sea y lo que sea.
Está muy desesperado por
lograr agarrarse de algo para resolver su difícil condición económica-laboral.
Por además con qué cara hablar
de presunta honestidad y de deseo de actuar con pulcritud administrativa en el
remoto caso de obtener la mayoría de votos en este municipio si sus principales
colaboradores están marcados precisamente por su falta de limpieza
administrativa durante los cargos que han representado.
Concretamente nos referimos al
caso más reciente, el exsecretario general del ayuntamiento paceño, Isidro
Ibarra quien desvergonzadamente, ahora aparece públicamente apoyando a Morena y
a Rubén Muñoz, luego de que fue despedido precisamente por falta de confianza
de la actual administración municipal que encabeza el panista Armando Martínez.
¡Vaya cinismo! … ¿Con qué cara?
Pero así, con la desvergüenza
y todo lo que se sume, el fingido e iracundo Rubén Muñoz pretende burlarse de
la comunidad paceña.
Por supuesto en esa ola de
burlas y de una evidente intolerancia hacia todos lo que se atreven a
señalarles sus evidentes pifias, pretenden alcanzar el voto de la mayoría de
los ciudadanos que por su parte, está claro que no es tan sencillo verles la
cara.
A poco más de tres semanas de
que se realice la elección, la población tiene seguramente cada vez más claro
quién puede ser un verdadero representante de sus intereses y quién
definitivamente vale la pena llevase el voto mayoritario.
¿No le parece así amable
lector?
Ya veremos qué sucede.