Muy buenos días estimados lectores, gracias muchas gracias por continuar prefiriendo nuestro periódico El Independiente. Hoy le convoco para que con decisión, coraje y desde el fondo de su corazón acuda a emitir su voto el próximo 01 de julio, elija a la autoridad que Usted merece.
Comienzo diciendo a Usted, que
México demanda vivir bajo el imperio de la Ley, los mexicanos necesitamos
sentirnos seguros, no solo en nuestras familias y patrimonio, sino en su
relación con los demás y con la autoridad. México requiere una nueva cultura
cívica de respeto a la Ley de certidumbre, de reconciliación y de confianza en
la comunidad en que vive, una verdadera reforma en el ámbito de la justicia y
la seguridad, deberá partir de una voluntad política que asegure la autonomía
de la procuración de justicia frente al poder Ejecutivo y que acelere la
modernización del Poder Judicial a todos los niveles.
Al respecto se requieren
nuevos enfoques y métodos para combatir la corrupción y elevar los niveles de
transparencia en el País. Es una práctica común pensar que con la acción
persecutoria se acaba el problema. Las cosas, sin embargo, son mucho más
complejas, y no solo es un asunto ético, histórico o cultural. En la medida en
que el Estado garantice mayores mecanismos de competencia, rendición de cuentas
y escrutinio público, podrán evitarse la corrupción, la apropiación privada de
bienes públicos y la impunidad. Si hay algo fundamental para el desarrollo de
la vida comunitaria es la Ley, solo a partir de su plena vigencia, como
expresión y salvaguarda de los intereses generales, es factible la existencia
de la Libertad y la justicia.
Para el próximo Presidente de
la Republica, es impredecible que trabaje en los ámbitos Internacional,
Regional y Local, a favor de un orden Judicial imparcial y justo que permita a
las personas acceso a los órganos de justicia en condiciones mínimas de
igualdad, y contribuya a la formación de una cultura de la legalidad y a la
consolidación de un Estado Democrático de Derecho. Debe de actuar de forma más
rápida para garantizar a nuestros ciudadanos que somos una sociedad de leyes,
con procesos legales y administrativos transparentes, y en la cual, todos los
ciudadanos se encuentren protegidos con instituciones modernas que den cabal
respuesta a sus derechos fundamentales.
Necesitamos que el futuro
Presidente de la Republica, ataque de forma más agresiva la impunidad y la
corrupción, así con la aplicación anómala de las leyes. Ya que urge un servicio
que rechace el favoritismo en todos los ámbitos, así como un aparato judicial
menos complejo, más accesible a los ciudadanos y sobre todo, más eficiente y
transparente. Seamos claros; para que el País supere los problemas que aún
subsisten y consolide sus logros, es indispensable un gobierno eficiente un
firme liderazgo, con una visión moderna y una alta capacidad política
profesional.
Concluyo, hoy se advierte en
el País una democracia insuficiente de calidad. Hoy se observa un
funcionamiento ineficaz de algunas instituciones políticas. Hoy la sociedad
quiere más de la Democracia, exige calidad de los actores políticos, demanda
más de los gobiernos quienes adquieran responsabilidades de conducción, deben
ser muy sensibles a ese relamo para evitar que se profundice el descontento con
la Democracia y lograr que esta se traduzca en progreso y bienestar.