Lo derecho, es lo decente
Muy buenos días estimados
lectores, gracias, muchas gracias por continuar prefiriendo nuestro periódico
El Independiente, “Vamos a votar para recuperar la paz y libertad de todos los
mexicanos”
Inicio este comentario, vamos
a votar el próximo 01 de julio de 2018, para ver su logramos que el futuro
Presidente de la República Mexicana, atienda la falta de crecimiento económico
que ha traído consigo una creciente preocupación porque el ingreso per- cápita
se ha estancado, mientras que se ha acentuado la desigual distribución de la
riqueza. Las oportunidades de mejoría económica parecen contraerse en vez de
expandirse, creando la percepción de que el futuro no será tan bueno como fue
el pasado. Tiene que crear un México con crecimiento que este en paz consigo
mismo, con confianza en el gobierno y sus instituciones siendo capaz de asumir
un papel más importante en la economía mundial.
Vamos a votar, para exigir que
el próximo gobierno tenga el firme propósito de restablecer la confianza de su
pueblo, en la habilidad de los gobernantes; de asegurar el crecimiento
económico, la seguridad, el bienestar social y la justicia. Procesos legales y
administrativos transparentes; una reducción masiva dela corrupción. Votaremos
porque México necesita reformas con la misma urgencia que en el año 2000, ahora
aún más ya que los mexicanos están muy decepcionados y desilusionados de que
las reformas actuales no se han dado. La promesa de cambio nunca es suficiente
cuando en los hechos este no se realiza, por lo que la siguiente administración
debe cumplir con el cambio. El pueblo necesita gobiernos profesionales,
experimentados, innovadores, que tengan sentido de Estado, con una visión
global y de largo plazo. En suma “Gobiernos efectivos”.
Hasta hoy el Jefe del
Ejecutivo Federal ha fracasado en la construcción del consenso político
nacional, imprescindible para llevar a cabo las reformas que el País necesita
para impulsar el crecimiento económico y crear nuevos empleos, así como para la
elaboración de un programa coherente que ayude al país a competir en una
economía Internacional cada vez más compleja. Nuestros Líderes Nacionales
muestran incapacidad para ofrecer respuestas a las principales preocupaciones
de los mexicanos, y como resultado, el pueblo ha perdido la Fe en la capacidad
del Sistema Político para cumplir con sus expectativas. La sociedad requiere
ahora, con claridad y serenidad, diseñar el futuro que quiere. Es la propuesta
que deben presentar los candidatos a la Nación; pensar, discutir y reflexionar
sobre las cuestiones de fondo, sobre los asuntos que verdaderamente le
interesan a los mexicanos. Hoy las prioridades son las ideas y las propuestas,
los objetivos y las acciones que respondan a las grandes preocupaciones, de
cada mexicano, de cada familia, de cada uno de los hombres y las mujeres que le
dan sentido al trabajo de quienes gobiernan o aspiren a gobernar.
Ese es el tipo de liderazgo
que México demanda. Un liderazgo que tenga la habilidad, la inteligencia y la
competencia para llevar a la sociedad por un camino seguro. Los nuevos tiempos
en nuestro País alientan también nuevas reformas de hacer política. Promueven
la necesidad de comparar proyectos de batir propuestas, contrastar ideas, y
escuchar la voz de los mexicanos que en todo el País envían un mensaje muy
claro, quieren gobiernos que funciones, claros, limpios y sin corrupción,
gobernantes que ayuden a que la gente y las familias vivan mejor. Gobiernos y
gobernantes que contribuyan a que cada padre de familia, cada madre, cada
mujer, cada joven, cada jubilado o pensionado, tenga razones fundadas para la
esperanza, para un futuro mejor. “esta es la verdadera opción política para el
México del Siglo XXI”.
CONCLUYO: todo régimen
político, requiere de legitimidad para su aceptación y llevar a cabo, acciones
de gobierno, que le permitan asegurar el consenso social. El problema de la
legitimidad, sin embargo, tiene dos aspectos que son complementarios; la
legitimidad del sistema político y la que genera a través de las actividades de
la administración pública. El actual Presidente tiene la legitimidad que le
otorga el resultado de unas elecciones democráticas y libres, sin embargo, el
gobierno de la Republica aún no ha logrado con la expectativas de los mexicanos
que votaron por él.