El lunes 11 de junio de 2018 quedará en los calendarios del mundo como el día en que oficialmente murió el internet en Estados Unidos; sí, aunque no lo creas
CIUDAD DE MÉXICO.
No lo creerás.
El lunes 11 de junio quedará en los calendarios del mundo como el día en que oficialmente murió el internet en Estados Unidos.
Todo comenzó a finales de 2017, cuando la Comisión Federal de Telecomunicaciones (FCC por sus siglas en inglés), dio el tiro de gracia al internet y lo restringió. En la administración del expresidente Barack Obama se defendió a capa y espada, pero con Donald Trump las cosas cambiaron dramáticamente.
La neutralidad de la red implica que el tráfico de contenidos en internet sea tratado de igual manera por los proveedores, sin privilegiar un sitio o empresa sobre otra. Al igual que en los celulares, los paquetes que compremos en internet fijo, podrían ser limitados severamente. Nos podrían vender ideas falsas de “No pagues más internet del que utilizas”.
Incluso podrían restringir el acceso a ciertos sitios web o a reducir la velocidad de conexión según parámetros que atentan contra la libre competencia.
Desde este mes de junio, los proveedores en Estados Unidos son capaces de decir hacer cualquiera de las cosas anteriores sin problemas legales. Un problema realmente preocupante.
La libre competencia se complica (para nuestros vecinos del norte) debido a que el servicio se concentra en gran parte del territorio en dos o tres proveedores, será difícil que encuentren alternativas a esta situación.
En este camino ganan las compañías, pues pueden ganar desde el trato (y cobro) al consumidor, como a las empresas y sitios web por igual. En la parte de las empresas, se espera que deban pagar por ser privilegiados en latería de navegación.
Aunque senadores (sobre todo los demócratas) intentaron frenar este atentado contra la libertad de información, Donald Trump ha logrado revertir lo que parecía un derecho. Hoy los que han ganado son los prestadores de servicio y en México, lo único que nos queda es esperar que no nos ocurra lo mismo.