Tras la erupción del volcán de Fuego en Guatemala, la labor de rescate continúa, porque la esperanza aún es grande y falta mucho por hacer
Después de setenta y dos horas el volcán de Fuego sigue ardiendo y con él los restos de las comunidades a sus faldas.
Basta observar las lajas que escurrieron en aldeas como El Rodeo y San Miguel de los Lotes, en el departamento Escuintla, donde veinte centímetros por debajo de donde caminan los rescatistas se registran temperaturas de hasta 700 C.
Quienes caminan sin cuidado pueden hundirse, como le pasó a varios damnificados que corrían desesperados esperando encontrar a sus seres queridos entre los escombros, y quienes luego de ser contenidos por los equipos de rescate esperan que las autoridades les garanticen la entrega de los cuerpos de los suyos y un lugar donde pasar la noche, ya que cientos de ellos no caben en los albergues dispuestos en la zona o simplemente quieren custodiar las ruinas en las que quedaron sus inhabitables casas.
Hasta esta noche la cifra de muertos se elevó a 75, los albergues registraron 1687 evacuados de los los 3 mil 265 desplazados.
Los damnificados suman un millón setescientos mil en los departamentos de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango. En conferencia de prensa, en la que sólo sus ministros dieron parte del estado de las cosas, el presidente de Guatemala Jimmy Morales aseguró que serán siete los niños trasladados al hospital Shirners, de Galvestón, Texas, para ser atendidos por especialistas, mientras que los otros heridos, debido a cuestiones burócraticas relativas a su pasaporte, no podrán salir del país por lo que serán atendidos en hospitales de la región sur y centro.
Las escenas de la devastación son a cada minuto más espantosas en la medida que las cuadrillas de rescate se acercan a lo que antes del domingo fueran poblaciones de agricultores de café, y que a la vista lucen como panteones. Tal es el caso de San Miguel de Los Lotes, donde la cifra de muertos aún no se calcula por las autoridades por la magnitud de la tragedia.
En fracción de segundos las casas se volvieron hornos y decenas de habitantes quedaron atrapados sin poder ponerse a salvo. Sin embargo los rescatistas tienen un consuelo, sonríen al ver a perros, patos, gallinas y a algunos gallos surgir de las cenizas pidiendo ayuda y a los cuales rescatan para llevarlos a albergues para curarlos o alimentarlos.
Fumarolas que se avivan con trozos de madera alientan las altas temperaturas mientras montículos de arena mezclada con ceniza hierven como arenas movedizas, provocan temor. Según los expertos las temperaturas del suelo alcanzan hasta los mil 200 grados centígrados.
La tarde del martes un rumor de una segunda erupciónprovocó que los 5 equipos, cada uno de 20 integrantes, del cuerpo de bomberos de Guatemala evacuara la zona cero, junto con periodistas de medios locales e internaciones y decenas de familiares de víctimas. Sin embargo todo fue una falsa alarma, por lo que las autoridades militares después de sobrevolar la zona desmintieron la versión y llamaron a la calma.
Hasta el momento han sido evacuadas las localidades de La Reyna, Magnolia, Canaveral I y IV y EL Rodeo. Los servicios de emergencia se concentraron en el Restaurante Sarita, que se volvió punto de encuentro de periodistas internacionales y rescatistas.
La alarma se extendió hasta otras comunidades ubicadas a varios kilómetros de distancia dela Conocida como 'Zona Cero' en donde se respira el olor a muerte.
Mi hijo se quedó, en casa no lo encuentro, Dios quiera que esté bien” decía doña Bernarda una anciana de unos 75 años de edad y de complexión menuda, al momento que fue llevada a 12 kilómetros de distancia.
Después de varias horas de trabajo los rescatistas han logrado recuperar algunos cuerpos, aunque todavía mantienen una leve esperanza de encontrar algún sobreviviente.o
Marilú Rodríguez una mujer de origen humilde lloraba del susto pero junto a su familia, 5 hijos, su esposo dos de sus hermanas y una tía lograron salir con varias bolsas de ropa y una cartera con sus documentos.
Otro de los aspectos que se podía vivir en esta segunda jornada de evaluación y rescate en la zona devastada por la furia del Volcán de fuego que se localiza entre los departamentos (Demarcaciones) de Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez, son los otros seres vivos, patos, gallinas, perros y gatos fueron rescatados también por los miembros de las brigadas de apoyo.
Sin embargo al igual que algunos seres humanos, más de algún perro insiste en quedarse (como el caso de un canino de aquellos que no tienen raza ni pedigrí, el cual gruñía y ladraba a los Bomberos y Policías que intentaban infructuosamente amarrarlo para llevarlo a algún lugar seguro), sin embargo como fiel guardián permanecía frente a unas construcción cubierta por toneladas de material volcánico que algún día fue su casa.