· El diario The Washington Post revela que hackers del gobierno de China robaron información confidencial de una empresa proveedora del Pentágono, incluidos los planos para el desarrollo de un misil supersónico
WASHINGTON.- China pirateó los
sistemas de una empresa proveedora de la Armada de Estados Unidos y tuvo acceso
a unos 164 gigabytes de información altamente confidencial, incluidos los
planos para el desarrollo de un misil supersónico, informan medios locales.
De acuerdo con el diario The
Washington Post, la acción, tras la cual estaría el Gobierno chino, permitió a
los piratas informáticos acceder a información referente a planes militares en
alta mar, entre los que destacan los planos para la fabricación de un misil
supersónico contra buques que podría ser empleado por submarinos.
El diario washingtoniano, que
cita fuentes oficiales que pidieron mantener el anonimato, no señaló el nombre
de la compañía afectada, pero aseguró que la información sustraída pertenecía a
un proyecto llamado 'Sea Dragon' (Dragón Marino) y que la acción tuvo lugar
entre los meses de enero y febrero del presente año.
El Pentágono rechazó confirmar
la información por "motivos de seguridad", aunque explicó que existen
mecanismos para garantizar que las compañías proveedoras del Departamento de
Defensa notifiquen cualquier posible filtración.
En general, nos tomamos el
asunto de una intrusión cibernética contra nuestros proveedores muy seriamente.
En caso de ocurrir una intrusión como esta, las entidades apropiadas estarían
estudiando el incidente específico, tomando medidas para proteger la
información y mitigando cualquier posible impacto", indicó el comandante
Daniel Day, portavoz de la Armada.
La noticia de esta intromisión
surge en un momento de tensión militar entre Washington y Pekín, debido a las
aspiraciones territoriales del país asiático en aguas del mar de China
Meridional, donde Brunei, China, Filipinas, Malasia, Taiwán y Vietnam reclaman
total o parcialmente las islas Spratly.
Esta situación se ha visto
agravada por lo que el Pentágono considera una creciente presencia
armamentística china en la región, que incluye la construcción de islas
artificiales en la zona con fines puramente militares.