San José del Cabo, Baja California Sur.- Luis Emilio de Loza Hernández, director general de Ecología y Medio Ambiente del XII Ayuntamiento de Los Cabos, compartió con Diario El Independiente, que tras dos semanas de fuerte oleaje, empujó mucho el agua de mar al agua dulce del Estero de San José, impidiendo así la salida de la misma y estabilizando el cuerpo de agua, con lo cual la barrera de arena que se forma y que hace que el cierre de la bocana permite que se acumule agua y vaya ganando nivel y fue por fin la mañana del sábado 5 de mayo, que amaneció cerrada. 

“Ya llevamos dos días que de manera natural se cerró la bocana, esperamos que el viento siga moviendo arena para que esa barrera siga elevando su nivel y permanezca cerrado y el cuerpo de agua comience poco a poco a acumular agua y la parte seca del vaso poco a poco se vaya llenando de agua, eso es importantísimo”, advirtió. 

De Loza Hernández explicó que anteriormente la diferencia de altura de agua era de tres metros, pero gracias a las condiciones del viento ha logrado que la diferencia sea de 50 centímetros, por lo que esperó que las cosas continúen de la misma forma y el Estero de San José se recupere a como estaba antes de septiembre del 2017, en unos cuatro o cinco meses. 

“Como siempre tuvo agua, no en la cantidad acostumbrada, en diciembre tuvimos la presencia de algunas aves, quizá no con tanta cantidad y variedad, pero esperemos que de aquí a la próxima temporada de noviembre o diciembre, si los huracanes o tormentas no hacen de las suyas y sino viene otra lluvia torrencial que abra la bocana, esperamos ya poder disfrutar de esas maravillas”, respondió el director general de Ecología y Medio Ambiente de Los Cabos, ante el cuestionamiento de si la situación que guarda, ha afectado la migración de aves o terminado con la presencia de otro tipo de fauna en el sitio Ramsar. 

Para concluir, Luis de Loza solicitó que en esta temporada de estiaje, que no está lloviendo, si van al Estero lleven alimentos cocinados y preparados, pues se han encontrado rastros de fogatas y el dejar una mal apagada puede provocar un siniestro, así que pueden disfrutar del lugar pero no cocinar o prender fogatas en el lugar.