• El escritor recibe el nombramiento de la Universidad Autónoma Metropolitana, institución de la que egresó
Ciudad de México.- Ante una
comunidad universitaria reunida en el Auditorio Arquitecto Pedro Ramírez
Vázquez de la Rectoría General, el autor de “El Testigo”, sostuvo que la
institución —de la que es primer egresado con tal nombramiento— adquiere gran
significado en esta época de la posverdad, en la que los poderosos apuestan por
la distorsión de los hechos y la exoneración del olvido.
Convencido de que recordar es
volver a pasar por el corazón un suceso, aludió al movimiento estudiantil de
1968, cuyas imágenes se fijaron en su mente cuando tenía escasos 12 años: “las
fotos de la barbarie publicadas en la revista ‘¿Por qué?’, las conversaciones
en voz baja de mis padres, la ‘V’ de la victoria, las consignas en las bardas
‘seamos realistas, exijamos lo imposible’, ‘dos de octubre no se olvida’”.
En su texto “De memoria”
recordó que el entonces presidente, Gustavo Díaz Ordaz, apostó a que la matanza
se cubriera del manto protector del silencio, pero no advirtió lo esencial: los
tanques en las calles no habían combatido personas, sino ideas.
El 68 produjo cambios
significativos en una sociedad anquilosada, subrayó el autor de “Arrecife”, y
uno de ellos fue la UAM “con un lema amparado en los favores de la memoria y
las ilusiones del porvenir: ‘Casa abierta al tiempo’”.
Al final de su discurso dijo
en agradecimiento a su alma mater, “recibo este reconocimiento como un recuerdo
de los días en que fuimos precursores, una época en la que aprendí, por primera
vez y para siempre, el más alto cometido de la inteligencia: ser un principiante”.
El doctor Eduardo Peñalosa
Castro, rector general de la UAM, reconoció en Villoro a alguien que respetuoso
de los ritmos, los acentos, las pausas necesarias en la cultura, la academia y
la memoria de la vida nacional ha sabido ser testigo, pero también intérprete
de la etimología del tiempo actual.
Hay muchas formas de pensar
México, pero la de Villoro explora la naturaleza de la sociedad mexicana –sus
fenómenos sociológicos, cuestionamientos filosóficos y manifestaciones
antropológicas– “para reconocer nuestras grandes virtudes y nuestros terribles
defectos”.
Los integrantes de la comisión
que elaboró esta propuesta destacaron su vinculación con los públicos juveniles
y universitarios, así como la vitalidad e influencia en los lectores más jóvenes,
lo cual permea esferas de realidad diversas y enriquece con prácticas
culturales activas y dinámicas a un México que padece una severa y devastadora
crisis social.
La UAM distingue una de las
más relevantes trayectorias intelectuales y creativas de la lengua española y
reconoce en Villoro una amplia labor literaria de 40 años que abarca la
creación, el periodismo, la crítica social, la docencia, la investigación y la
difusión de la cultura.