· Diputados se desgarran las vestiduras · Para crear la Ley DDD
Las y los diputados, no
solamente aplauden el Nuevo Sistema de Justicia Penal, --que por cierto--
asemeja un laberinto de intereses bastardos para empoderar a criminales y de
paso empujar aún más a la sociedad a ese pernicioso y cruel estado de indefensión
en que se encuentra, sino que se desgarran sus vestiduras en un intento de
elaborar la Ley para de Defensa de los Derechos de los Delincuentes.
Y es que, preocupados en
alcanzar nuevas posiciones políticas, a las y los diputados, les ha importado
un comino el dolor del pueblo dentro de ese nocivo juego que tiene mucho
parecido al de Serpientes y Escaleras, donde -lamentablemente-, la sociedad
tiene la mala suerte de caer siempre en casillas de cabeza de serpientes, para
bajar; mientras a los delincuentes les corresponden las casillas de
escaleras, para subir.
Por tanto vale la pena
preguntarles a nuestros flamantes legisladores: ¿en manos de quién está
el juego de dados para decidir si los bonos de la justicia bajan, o los
derechos de los criminales suben…?
La mejor prueba, es que hoy
por hoy, hasta el flash de las cámaras de los reporteros lastiman los ojos de
los delincuentes. Y es que la por demás benignísima nueva ley, no permite que
los criminales salgan a la luz pública tal cual son.
Es decir, de acuerdo a la
nueva Ley, los criminales deben ser protegidos.
Y con ello, sin duda se crecen
y se sienten más fuertes. Y no es para menos, no olvidemos que las rejas son
para nosotros; para nuestros hogares, para nuestros negocios, para nuestros
bienes. Mientras que Son ellos quienes tienen derecho a disfrutar de la
libertad.
Brevemente le compartiré lo
sucedido recientemente:
Aprovechando las sombras de la
noche, esa vez un ladrón se introdujo a un taller mecánico. Al descubrir al
delincuente, el propietario del taller acudió inmediatamente para enfrentarlo.
En la refriega, el delincuente perdió la vida. Obviamente, el dueño del taller
fue encarcelado por defender sus utensilios de trabajo, sus pertenencias, su
patrimonio...
Pero, ¿si el ladrón hubiera
matado al mecánico? Seguramente amparado por esa bendita ley, ahorita ese
criminal anduviera libre; porque, a decir de muchos agentes policiacos:
“hoy los detenemos, y mañana de nueva cuenta andan libres…”.
Luego entonces, cobijada por
nuestros inteligentísimos diputados y diputadas, la modernidad justiciera está
despidiendo los peores olores a porqueriza, y emanando fétidos aromas a caño;
lo que no dejan de ser perniciosos imponderables que –por consecuencia-
la sociedad entera tendrá que seguir soportando. Y cuyos hechos –sin duda- la
obligan a seguir reculando al rincón de la ignominia; a seguir caminando al
nefasto apartado de la humillación, y al doloroso recoveco de la
abyección. Todo eso, mientras aquellos, -los criminales-, se mofan de la justicia
y retan al sistema con todo y sus agentes del orden.
Y con todo eso, lo único que
hacen, es obligar a la sociedad a amotinarse, a manifestarse en turba
para hacerse justicia con su propia mano. Porque solamente “en montón”, es
posible que este Nuevo Sistema de Justicia Penal y sus agentes, no actúen en
contra de quienes defienden su honor, sus vidas, su patrimonio, sus derechos.
Y es que por lo visto,
mientras nuestros sabios doctores del derecho no observen esos desaciertos en
el NSJP, seguro estoy que seguiremos transitando inmersos en el caos, el
desorden y la confusión y ellos, --los doctos-- seguirán colocando al pueblo
contra la pared. Entonces, mientras los ministerios públicos, magistrados y
jueces no encuentren el eslabón perdido de la justicia, las esposas
seguirán circundando las muñecas de los inocentes.
En síntesis, mientras los
poseedores de la Toga y el Birrete continúen caminando a tientas, a gatas y a
ciegas por ese obscuro sendero de la pasividad, la apatía, el conformismo, y la
indiferencia, y no se pronuncien por encender la luz de la justicia, serán los
inocentes quienes arrastren las cadenas de la omisión y los grilletes de la
intolerancia.
--Bonito edificio, -opina el
pueblo, al referirse al moderno edificio donde se elaboran leyes. Y
agrega --faltan solo las estatuas.
--¿Para quienes? –les
pregunto.
--Para cada una de las y los
diputados –me dicen, con sardónica sonrisa.
Luego entonces, descubro que
el cubilete está en manos de los diputados.
¡Pero los dados, están en
poder de los delincuentes!
Cuestión de tiempo.
·
Veredas
Políticas
Hace bien el candidato del
Partido Revolucionario Institucional, Juan Alberto Valdivia Alvarado, en
confirmar, que con el propósito de coadyuvar en el mejoramiento de las
condiciones de vida de todos los sudcalifornianos, desde el Senado de la
República brindará su incondicional apoyo a los cinco ayuntamientos de la
entidad, sin importar el color o signo partidista de su integración; pues a
decir verdad, son pocos legisladores federales que hacen este importante
compromiso, y por el contrario, ya ubicados en sus curules o escaños, solamente
les importa cobrar el jugoso sueldo.
Entonces, lamentablemente
derivado de eso, es que la totalidad de las administraciones
municipales siempre andan de la seca a la meca y en la quinta pregunta en
lo que se refiere a la solvencia de sus arcas, cuando la realidad es que en el
centro, hay suficientes recursos que no bajan a los municipios, nada más por la
abulia, dejación, y apatía, ya sea de los administradores de los propios
ayuntamientos, o bien de los representantes allá en las cámaras.
Además, y también es
importante destacar que se advierte la afirmación hecha por el mismo abanderado
priista, de convertirse en un gestor permanente de recursos y proyectos que
aseguren un mayor desarrollo económico y social de nuestra entidad. Y
eso, ya es mucho decir de alguien, como Juan Alberto Valdivia, que
está dispuesto a cumplir como siempre lo ha hecho.