• Rematarán el próximo jueves dos retratos de María Félix que le hizo el artista francés Antoine Tzapoff
CIUDAD DE MÉXICO.- En un marco
de relieve, María Félix se mira ataviada con un vestido de tehuana, joyas en
oro y la mirada firme. En el fondo un paisaje claroscuro, un maguey y algunos
animales. Ella, jovial, fuerte, recia. Es la imagen que consagró a La Doña en
el México de finales del siglo XX como una mujer de juventud eterna. Es el
retrato que le hizo Antoine Tzapoff, pintor francés que fuera su última pareja
sentimental.
La obra data de 1991-1992 y es
uno de los tantos retratos que le hizo Tzapoff bajo la promesa de que cada vez
la pintaría más joven. Y en uno de los últimos, cinco años de su muerte, la
actriz del cine de oro luce un penacho y
joyas nativas con un rostro sin signos de edad. Ambos retratos salen a subasta
en México por primera vez el próximo jueves en el marco del remate de arte
latinoamericano que realiza la casa Morton Subastas.
El primer cuadro, de más de
dos metros de alto por uno y medio de ancho, data de 1991-1992 y se distingue
por los detalles mínimos que Tzapoff plasmó tanto de la vestimenta tradicional
como del entorno. Mientras el segundo es de 1997, y aunque es de dimensiones
menores sobresale por la frescura en el rostro de la actriz. Ambos estuvieron
en la sala de la casa de María Félix, en Polanco, hasta el día de su muerte.
Vamos a tener estos dos
retratos de María Félix realizados por Antoine Tzapoff, fue su última pareja
sentimental. Lo conoció en París en una cena que le prepararon a La Doña para
levantarle el ánimo porque acababa de fallecer su esposo y ahí se conocen y
desde este momento no se separan.
Él, como homenaje a ella y su
belleza, empieza a hacer estos retratos. Le prometió que siempre la haría
joven, yen uno de los retratos que tenemos lo hizo cinco años antes de que La
Doña falleciera y a pesar de ello la vemos retratada muy jovial”, comentó Sofía
Duarte, gerente del Departamento de Arte Moderno y Contemporáneo de Morton.
El cuadro donde luce el
vestido de tehuana tiene un precio de salida de un millón 200 mil pesos, y el
que lleva el penacho se rematará entre 500 y 700 mil pesos. “Llama la atención
que el vestido era uno que realmente tenía, existía dentro de su colección, era
de sus vestidos favoritos y le pide que la pinte de esta manera. Ya antes María
Félix le había pedido un retrato a Diego Rivera con este vestido, pero ella no
se había sentido satisfecha porque el vestido tenía trasparencias y mostraba su
cuerpo y no le gustaba del todo”.
Duarte destaca que a pesar de
ser un personaje reconocido, no es común que salgan piezas en subasta de María
Félix. Estas pinturas forman parte de su colección personal y después de que
ella falleció fueron vendidas en Estados Unidos; algunos años después un coleccionista privado las trajo a México y
desde entonces habían estado ocultos.
Los retratos de La Doña son
dos de las 248 piezas que integran la subasta de arte latinoamericano. De la
lista destaca también la pintura Viscaya, de autoría de Diego Rivera, quien la
hizo en España en 1907 durante su viaje de estudios; la obra jamás ha salido al
mercado de subastas. El precio de inicio es de 15 millones de pesos.
Duarte explica que se trata de
una obra temprana que pintó como ejercicio del juego de luces. Es una escena
urbana en la que se mira a una mujer anciana en medio de calles que se trazan
entre sombras. “Es un Diego Rivera temprano, pero que ya tiene una maestría en
la pintura y se puede ver en el detalle de la obra y el manejo de las sombras;
en la parte posterior de la composición se puede ver una luz que rompe con el
resto de la escena”.
También habrá obra de David
Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo, Carlos Mérida, Manuel Felguérez, María
Izquierdo y Francisco Toledo, entre otros.