• El 10 de abril del 2018 será recordado como el día del "Milagro de Roma" en la Champions.
Estadio Olímpico, Roma,
Italia.- El “Milagro de Roma”, así se puede denominar lo ocurrido este martes
en el Estadio Olímpico, en donde los italianos eliminaron al FC Barcelona al
derrotarlos 3-0 y avanzar a semifinales de la Champions League por el criterio
del gol de visitante.
Hoy no existieron Lionel
Messi, Andrés Iniesta o Luis Suárez; los héroes de la noche romana fueron Edin
Dzeko, Daniele De Rossi y Kostas Manolas, autores de los goles que dejaron el
global 4-4, recordando que en la ida se impusieron los catalanes 4-1.
La ventaja de los italianos
llegó muy temprano, apenas a los seis minutos, cuando un pase de De Rossi desde
media cancha llegó con ventaja para Edin Dzeko, que entre dos defensas se coló
y mientras el balón botaba dentro el área definió el 1-0.
Ese gol hizo explotar a los
“tifosi” de La Loba y dio esperanzas de consumar lo que a priori lucía como
misión imposible, pero solo la Champions League regala esta clase de juegos
para la memoria.
En el segundo tiempo, al 56’,
se concretó el 2-0 de la Roma por un penal de Piqué sobre Dzeko que cobró el
capitán De Rossi , el heredero del gafete de Francesco Totti.
El milagro parecía posible con
30 minutos por delante y solamente un gol para dejar fuera a los culés, que
casi cae al 79' por medio de El Shaarawy con un remate a lo "Cuauhtémoc
Blanco" en el Mundial de 1998, pero Ter Stegen tapó para prolongar la
agonía.
Tardó tres minutos en caer uno
de los goles más celebrados en la historia de los Giallorossi. El 82' quedará
en la memoria de todos los romanos. El central griego, Kostas Manolas , se
anticipó en un córner a Semedo para poner de cabeza el 3-0.
Los últimos minutos fueron de
alarido porque Barcelona se fue con todo, la Roma se replegó y terminó
“suplicando” al árbitro que consumara el milagro. Al 90’, Ousmane Dembélé casi
echa a perder la fiesta con un tiro de larga distancia que se fue apenas alto
luego de una salida del portero local que dejó el arco vacío.
Con los cuatro de agregado
cumplidos, el árbitro silbó el final de otra noche mágica en la Champions
League que pone a la Roma en semifinales y al Barcelona eliminado por cuarta
ocasión en los últimos cinco años en cuartos de final.