La actriz y activista estadunidense ha roto esquemas en la realeza británica con su personalidad y carisma
CIUDAD DE MÉXICO.
Hasta hace menos de dos años el nombre de Meghan Markle, de 36 años, sólo era reconocido por quienes seguían la serie Suits, o aquellos que la recordaban por participaciones en películas como Horrible Bosses o Anti-Social. Hoy el nombre de la actriz estadunidense y prometida del príncipe Enrique de Inglaterra representa un parteaguas en la monarquía británica.
Su activismo social y altruismo que desarrolló desde pequeña, su carrera como actriz y su divorcio en 2013 fueron sólo algunas de los temas que llamaron la atención del mundo cuando se dio a conocer que el príncipe Enrique de Inglaterra la había elegido como su futura esposa.
En la década de los 30 el rey Eduardo VIII del Reino Unido causó una crisis constitucional cuando decidió que la celebridad estadunidense –dos veces divorciada y con quien mantenía una relación desde 1934– Wallis Simpson, sería su esposa y compañera. No fue así y Eduardo VIII, coronado rey en 1936, abdicó al trono tras la presión de la corona porque Wallis no cubría el perfil como monarca. Más de ocho décadas después –y sin el peso de ser el próximo en la línea de sucesión– Enrique se casará con la exactriz el 19 de mayo próximo lo que a principio del siglo XX hubiera sido impensable.
En noviembre pasado el príncipe Enrique, de 33 años, le pidió matrimonio a Meghan Markle. La autorización por parte de la reina Isabel II y la inclusión de la californiana en actividades reales fue una muestra de cómo los protocolos en cuanto a la vida privada de la realeza se han relajado.
INICIA EL ROMANCE
En junio de 2016 y tras una cita a ciegas orquestada por Violet Von Westenholz, amiga de ambos, Enrique y Meghan se conocieron.
Luego de cinco meses de una relación discreta entre el hijo del príncipe Carlos y Diana de Gales, y la hija del actor Thomas Markle y Doria Ragland, los tabloides británicos volcaron su atención sobre la actriz que vivía en Toronto, donde se rodaba la serie Suits.
Estuvimos saliendo de forma muy discreta durante seis meses antes de que se diera a conocer la noticia y durante todo ese tiempo estuve trabajando, lo único que cambió fue la percepción de la gente. Somos dos personas que estamos muy felices y muy enamoradas”, destacó Markle en una entrevista a la revista Vanity Fair.
En noviembre la relación se confirmó con la primera aparición en público de la pareja en los Invictus Games.
A partir de ahí la vida de la actriz ha cambiado paulatinamente con la idea de adoptar el rol que le corresponde dentro de la realeza.
The Tig, el blog que Markle creó y editaba, lo cerró; su participación en Suitesterminó –y con ello renunció a su carrera actoral–, en enero la actriz se despidió de sus más de 1.9 millones de seguidores en Instagram cuando cerró su cuenta, al igual que el resto de sus redes sociales.
Poco a poco Meghan comenzó a aparecer en actos oficiales a lado de su príncipe de quien recibió un anillo de compromiso conformado por un diamante central de Botswana flanqueado por dos pequeños diamantes pertenecientes a la colección privada de la princesa de Diana de Gales.
1.- Su pasado es diferente a los de los miembros de la familia real. Se graduó de la Universidad Northwestern, es divorciada, protagonizó varias series de televisión y su madre es de raza negra.
2.- Los integrantes de la realeza omiten opiniones sobre política y no muestran sus sentimientos en público. Markle, quien se ha declarado feminista, habló en favor de las mujeres en el foro de Royal Foundation, y camina al lado del príncipe Enrique tomados de la mano.
3.- Tras la boda Meghan dará un discurso. Nunca antes había sucedido.
4.- Los anuncios sobre una pareja real son dados a través del Palacio de Buckingham. Meghan otorgó una entrevista a la revista Vanity Fair en la que habló abiertamente de su relación con el príncipe Enrique.
5- En la realeza las prometidas no son invitadas a eventos familiares. Meghan pasó la Navidad de 2017 con la familia real y asistió al almuerzo anual que ofrece la reina Isabel II.