• Los científicos de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla iniciarán el proceso de transferencia tecnológica para producir la bebida probiótica de manera industrial. Foto Agencia ID
Ciudad de México.- Tanto
pulque como aguamiel son bebidas fermentadas obtenidas de agaves endémicos de
nuestro país y que hasta hace unas décadas gozaba de enorme demanda,
principalmente en el centro de la República.
Su consumo ha sido desplazado
por la introducción de bebidas industriales carbonatadas y cerveza, y ello ha
impactado en la poca producción de aguamiel en estados como Tlaxcala, Hidalgo,
Puebla y el estado de México.
A fin de colaborar en el
impulso de la producción de estas bebidas tradicionales mexicanas y que se
reactive su ingesta a nivel nacional, investigadores de la Universidad Popular
Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) crearon una bebida a base de aguamiel a
la que incorporaron bacterias probióticas y, tras pruebas con humanos,
comprobaron que previenen problemas a nivel intestinal.
Para su obtención, el equipo
científico del Laboratorio de Biotecnología de Alimentos de la UPAEP trabajó
con el maguey pulquero (Agave salmiana), perteneciente a la familia Agavaceae,
al que recurren gran número de productores de aguamiel del centro del país.
La doctora Beatriz Pérez
Armendáriz, quien encabeza al equipo de investigadores, señaló en entrevista
que se emplearon diversas técnicas moleculares para reconocimiento y
caracterización de los microorganismos, tanto benéficos como patógenos,
presentes en la savia de este agave, es decir, el aguamiel.
“Nosotros no proponemos una
bebida de fermentación alcohólica sino de fermentación láctica, de manera que
sea apta para toda la población”, dejó claro la también directora de la
Facultad de Biotecnología de la UPAEP.
Agrega que de manera natural
el pulque tiene una microbiota muy interesante. “En el laboratorio hemos visto
que en ciertos procesos de fermentación los microorganismos forman barreras
microbiológicas en donde las bacterias lácticas abundan y no las bacterias
patógenas, en otras palabras, la bebida es rica en probióticos. De ahí el
interés de diversas instituciones por su estudio”.
Como parte del protocolo, los
investigadores suministraron la bebida de aguamiel con lactobacilos a un grupo
de control, en una dosis diaria de 150 mililitros durante ocho semanas. Al
término del lapso comprobaron la reducción de hasta 90 por ciento de malestares
asociados con el síndrome de intestino irritable, como inflamación y dolor
abdominal, gases y episodios de diarrea o estreñimiento.
“El proyecto está respaldado
por la Fundación Produce, que nos vinculó con los productores de aguamiel de
Puebla y con quienes estamos a punto de iniciar el proceso de transferencia
tecnológica para producir la bebida probiótica de manera industrial.
“El proceso de obtención del
agave con probióticos está en trámite de patente, pero seguimos trabajando con
otros lactobacilos que al parecer reducen colesterol y triglicéridos en la
sangre”, explica la doctora Pérez Armendáriz, quien es miembro nivel I del
Sistema Nacional de Investigadores.
“Ahora el consumo de los
derivados de agave es rural y ya no urbano. Por ello es importante recuperar la
producción de aguamiel como bebida que mejora la salud, y con ello impulsar la
economía de ciertas regiones del país”, concluye la científica.