Los especímenes que ahí se muestran murieron en diversas circunstancias, todas ajenas a la intervención humana
La Paz, Baja California Sur.- Como resultado del viaje de trabajo al Alto Golfo de California por parte del Museo de la Ballena y Ciencias del Mar, se lograron recuperar varios esqueletos de distintos cetáceos que formarán parte de la colección del museo, así como de otras instituciones científicas.
Así informó a Diario El Independiente el director del museo Francisco Javier Gómez Díaz, quién señala que la mayoría de estos especímenes murieron en diversas circunstancias, todas ajenas a la intervención humana.
La primera recuperación fue un esqueleto de Vaquita Marina en el Puerto de San Felipe en Baja California, el cual fue autorizado por el gobierno federal para curarlo y posteriormente tenerlo en el museo.
Luego el delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) en Mexicali, obsequió otro ejemplar de Vaquita Marina que murió en una red, pero se decidió únicamente curarlo para que los investigadores de Mexicali tengan registros y estudios.
Después en la delegación de PROFEPA en Ensenada, fue otorgado una Marsopa de Dall, (pariente de la vaquita y que no está en peligro de extinción) para también sumarlo a la colección del museo.
Posteriormente en Guerrero Negro, se recuperó un ejemplar de un ballenato de ballena gris, junto con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) para instalarlo en las oficinas de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en la Ciudad de México (CD.MX.) y será "embajador de la gran riqueza natural del estado".
Después se trasladó a la Laguna de San Ignacio, donde se recuperó el esqueleto de una Ballena de nueve metros, con la participación de investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS).
"Esto se da año con año, por la gran cantidad de ballenas que vienen en esta temporada, es normal que varios mueran por distintas razones" explica finalmente Gómez Díaz.