• La exfuncionaria, elegida para encabezar la cultura dentro de la alianza Juntos Haremos Historia, afirma que siempre ha sido institucional
CIUDAD DE MÉXICO.- Dice que su
relación con Andrés Manuel López Obrador comenzó cuando éste fue Jefe de
Gobierno de la Ciudad de México y que un año después, en 2006, se unió a su
movimiento. Más que partidista, Alejandra Frausto, se califica como
“institucional” y así justifica el haber formado parte del gobierno perredista
de Guerrero, que encabezó Ángel Aguirre, y de la administración priista de
Enrique Peña Nieto, como directora general de Culturas Populares, cuando Rafael
Tovar y de Teresa fue secretario de Cultura.
Frausto dejó la dependencia
federal en febrero del año pasado y, en diciembre, el candidato de la alianza
Juntos Haremos Historia la nombró parte de su gabinete, para hacerse cargo de
la cultura en caso de ganar la Presidencia. Ella, junto con Raúl Padilla, quien
fue designado por Ricardo Anaya como enlace en temas culturales de la alianza
Por México al Frente, son los dos únicos personajes de las candidaturas
elegidos para ocuparse del tema cultural. Hasta el momento, ni Margarita Zavala
ni José Antonio Meade han presentado propuestas.
En entrevista, Frausto no
habla de una transformación total del sector como sí lo hace su candidato
acerca del país. Dice que de llegar a la oficina de Arenal 40, impulsaría una
política cultural ligada “a la tierra” (“a partir del trabajo de campo”) con un
carácter social profundo que pondrá especial énfasis en los jóvenes y asegura
que trabajaría con todos los programas exitosos que ya existen en la
Secretaría. Tampoco piensa que la recién creada Ley General de Cultura y
Derechos Culturales deba revisarse como plantean otros, pero evita en todo
momento comprometer una cifra porcentual del PIB como la solución de los
eternos recortes presupuestales a la cultura.
Siempre que he tenido
oportunidad de colaborar en algún proyecto que me permita desarrollar esta idea
que tengo de la cultura como un poderoso elemento de transformación social, he
tenido oportunidades en distintas administraciones y Andrés conocía esto y
sabía que esa era mi intención. Siempre he sido muy institucional, yo nunca he
combinado una manifestación política dentro de la institucionalidad, siempre he
sido muy respetuosa cuando estoy en una institución, pero yo me dedico al
servicio público, ese es el punto. En un momento como éste, por supuesto que me
sumo a una persona con la que tengo enorme empatía y me sumo a un proyecto que
hemos soñado desde hace mucho tiempo”, dice.
La entrevista se realiza en
una pequeña sala prestada, sin formalidades, Frausto está desde muy temprano en
la oficina de la abogada Olga Sánchez-Cordero, donde se reúnen otros miembros
del equipo de López Obrador para delinear los programas que formarán parte de
la propuesta de gobierno del líder de Morena. Como en la actual administración
de María Cristina García Cepeda, la egresada de la Facultad de Derecho, también
habla en todo momento de transversalidad con otras áreas del gobierno, se nota
que está familiarizada con ese discurso y más que plantear un viraje total, sus
argumentos denotan incluso que piensa en cierta continuidad.
Los niños y los jóvenes
necesitan alternativas cotidianas para una formación mucho más integral, para
tener posibilidad de conocer otra realidad, de abrirte a la idea del mundo,
para soñar otras realidades posibles y ahí está el poder transformador del arte
que logra esto. Es un principio de aproximación al proyecto cultural, lo
estamos haciendo de manera transversal con otras áreas de la posible
administración y con un carácter de absoluta inclusión, desde esta diversidad
¿cómo respetas esos derechos de inclusión?, desde luego primero con la traducción
a todas las lenguas indígenas de las convocatorias, tenemos tantas
convocatorias que se publican cada día en el sector cultural”, piensa.
Y agrega que una de sus líneas
de acción sería “el respeto y la continuidad de los programas exitosos que se
tienen en la Secretaría desde hace años. El Fonca, por ejemplo, es una
institución que tiene una fuerza muy grande, que tiene la posibilidad de estar
en contacto cercano con creadores, con los más jóvenes, con los méritos de este
país y me interesa dar a conocer todo lo que se crea en el Fonca, toda la obra
que se produce en este gran sistema, estamos hablando de un promedio de mil
700, mil 500 creadores al año que deberíamos de conocer todo lo que se está
gestando ahí, dar a conocer toda esta fuerza creativa”, agrega.
AMISTAD CON TAIBO
Alejandra Frausto dice que se
lleva “muy bien” con Paco Ignacio Taibo II, uno de los personajes culturales
más fuertes en favor de López Obrador. De convertirse en Secretaria de Cultura,
afirma, trabajará de manera muy estrecha con el novelista y su esposa Paloma
Sánz. “Paco es un guerrero increíble, estamos colaborando con él y con Paloma
con el tema de las misiones culturales y lo que se tiene que poner al alcance
de las comunidades en temas de conocimiento de historia, de promoción a la
lectura y ellos han hecho un gran trabajo. Con ellos estamos trabajando de la
mano, vamos a trabajar muy estrechamente y sobre todo en el aporte que han
hecho con las brigadas, es muy valioso para poderlo replicar esas experiencias
a lo largo del país”.
Una de sus propuestas, en caso
de que su candidato llegue a la Presidencia, dice, es revivir las misiones
culturales que impulsó José Vasconcelos en todo el país, a principios del siglo
XX. También piensa que será necesario atraer a la Secretaría de Cultura el
Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanias (Fonart) y la administración
del Programa Pago en Especie que maneja la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público. Con la Secretaría del Trabajo y con Sedesol, agrega, se implementarían
programas para vincular a los jóvenes con el arte y se buscará nuevamente que
desde la Secretaría de Educación Pública se impulse la instrucción artística en
las escuelas.
Frausto no habla de crear
nueva infraestructura cultural, dice que la que existe en todo el país ha
estado desaprovechada. Un nuevo espacio que sí se sumaría sería la Residencia
Oficial de los Pinos, cuyas 60 hectáreas serían convertidas en un centro
cultural, cuyo perfil aún tendría que definirse. También dice que será
necesario revisar la manera como México se está promocionando culturalmente en
el exterior: agilizar una manera más estrecha de promover la cultura nacional
en otros países, “es necesario saber qué se está haciendo en los institutos
culturales de México en el extranjero, con los agregados culturales”.
La exfuncionaria también
vuelve a proyectos que ella impulsó como cine-sillita, puesto en marcha en
Guerrero, cuando fue la encargada de la cultura, o su programa México. Cultura
para la armonía, que consistía en utilizar la cultura como factor de reinserción
social desde la Secretaría de Cultura. Pero, ¿cómo se mide el éxito de ese
programa?, se le pregunta. “Por supuesto que hay que poner en juego este
programa piloto, pero que ahora va a ser un proyecto central. Cuando salí de la
Secretaría teníamos 238 colectivos conformados con cerca de 15 mil niños
atendidos todos los días, esto es importante”.