Ni la orientación sexual, ni la identidad de género constituyen criterios válidos para diferenciar el acceso al disfrute del derecho al matrimonio y a la protección de la familia
MÉXICO
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) exhortó a la población a aceptar los sistemas de familias y asumir que su conceptualización ha variado y evolucionado conforme al cambio de los tiempos.
En el marco de la conmemoración el Día de la Familia –primer domingo de marzo-, la CNDH señaló a través de un comunicado, que el respeto y la protección a las diferencias permiten una convivencia pacífica y la erradicación de discriminación y violencia que enfrentan las personas unidas por vínculos y afectos diferentes al matrimonio entre mujer y hombre.
Indicó que la protección jurídica de las familias cruza los marcos constitucional, convencional y legal, y demanda actividades concretas para garantizar el derecho a la libertad de convicciones éticas, conciencia y religión.
Expuso que las familias son organizaciones dinámicas cuyos integrantes deben fomentar el desarrollo colectivo, así como crear ambientes cercanos y afectivos, lo que contribuirá a erradicar la violencia contra niñas, niños, adolescentes, mujeres, personas mayores y con discapacidad, que está basada, en gran medida, en prejuicios y estereotipos que requieren ser combatidos.
Enfatizó que ni la orientación sexual, ni la identidad de género constituyen criterios válidos para diferenciar el acceso al disfrute del derecho al matrimonio y a la protección de la familia, consagrado en los artículos primero y cuarto de la Constitución General de la República, que protegen de manera indistinta tanto a parejas del mismo sexo como a las parejas homoparentales.
Instó al Estado mexicano a adoptar todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que sean necesarias a fin de asegurar el acceso, en igualdad de condiciones y sin discriminación, a la seguridad social y a otras medidas de protección.
Lo anterior incluyendo beneficios laborales, licencia por maternidad o paternidad, de salud y pensiones, entre otras.
Concluyó que ninguno de los modelos de familias debe ser rechazado, y cada integrante debe contribuir a generar un cambio social hacia una participación equitativa de todas y todos en el hogar.