• El artista Héctor Anaya presenta una selección de su obra en el Ex Convento del Carmen
Ciudad de México.- Con cerca
de 35 obras, “Hay gente en las montañas” es el título de la exposición de
Héctor Anaya que se inaugurará este viernes 2 de marzo en el Ex Convento del
Carmen. “La mayoría son en formatos pequeños, pero hay tres piezas que son las
más importantes. Son en gran formato, y además de tener una superficie de
dibujo estático lleva proyectado dibujos en movimiento. Completan de algún modo
o conforman una unidad”, comentó el artista plástico en entrevista.
La carrera de Anaya comenzó en
el diseño, para luego mudarse al arte en busca de impactar a la gente con su
trabajo. Por ello ha expuesto en espacios poco habituales para el arte, como un
taller mecánico, tiendas de abarrotes o en un estacionamiento público. Su
intención al llevar arte a estos lugares es que la gente se tope con las
creaciones sin buscarlo, para que el azar de encontrarse con las piezas les
genere una reacción. Esta experiencia también le ha representado un
aprendizaje, por la interacción con los espectadores.
Esta vez, al Ex Convento del
Carmen llevará tres dibujos intervenidos con la proyección de más dibujos, para
crear una animación. Un dibujo estático es la superficie sobre la que recaen
los dibujos animados. Las tres piezas de gran formato fueron hechas ex profeso
para esta muestra: el resto es una selección de su trabajo reciente. En su
carrera, Héctor ha incursionado también a la instalación, pero con énfasis en
el dibujo, desde donde surgen todas sus creaciones. La instalación en los
dibujos con proyecciones se complementa con sonidos, grabados por el propio
Anaya: “De algún modo terminan haciendo un entorno en el que nos permiten estar.
Me interesa que estas piezas sean un lugar para estar allí, observando durante
un tiempo para después irse”, dijo el artista.
Las posibilidades del arte
El interés del artista ha sido
“ir descubriendo cosas, más que trabajar en una idea en concreto o llegar
alguna conclusión. Lo que me interesa son las posibilidades que me permiten ir
descubriendo a otros lugares”. En sus obras plasma paisajes abstractos, donde
en ocasiones se pueden parecer a maquinaria u órganos corporales. El dibujo lo
practica con grafito, en su mayoría; y aunque suele recurrir al color “Hay
gente en las montañas” presenta predominantemente obras en blanco y negro. El
objetivo de estas obras con sólo el negro y sus tonalidades como protagonista
es remitir a un lenguaje binario: “Siento que el blanco y negro da la
información más básica, como si fuera un sistema binario: hay o no hay”.