Un tribunal tailandés reconoció la paternidad en varios procesos de subrogación a un japonés de 28 años; es un polémico caso que impulsó el cierre de este tipo de concepción en el país
BANGKOK
Una corte tailandesa otorgó este martes la custodia de 13 bebés, nacidos de madres sustitutas, a su padre biológico, un millonario japonés.
El caso de Mitsutoki Shigeta revive una historia extraña que ocupó los titulares de los tabloides hace cuatro años: en 2014, la policía allanó un condominio y halló nueve bebés con nueve cuidadoras en cuartos sin amueblar.
Se determinó que Shigeta había engendrado a los niños por medio de madres sustitutas tailandesas.
Este caso, junto con otros, dio lugar a una ley que prohíbe la subrogación comercial de vientres para clientes extranjeros.
Las autoridades confirmaron que Shigeta había entrado en el país en 65 ocasiones desde 2012 y fue visto en al menos tres veces abandonando Tailandia con un bebé en brazos.
La corte central de menores y familias de Bangkok otorgó la custodia de los niños a Shigeta al sentenciar que había demostrado su estabilidad económica y sus planes para criarlos; añade que los niños nacieron antes de que se aprobara la nueva ley.
Asimismo, las madres subrogantes habían firmado documentos en los que renunciaban a sus derechos sobre los niños.
El tribunal además desestimó la acusación de tráfico humano interpuesta contra el japonés, quien abrió previamente varias cuentas bancarias en Singapur a nombre de los niños.
El abogado de Shigeta afirmó que el proceso de trasladar a los menores desde las instalaciones gubernamentales donde se encuentran a su nuevo hogar en Tokio se hará de manera gradual.
Mitsutoki Shigeta es hijo del dueño de una compañía nipona y obtiene más de 3.1 millones de dólares en dividendos anuales, lo cual demuestra que tiene la capacidad financiera para ocuparse de los niños, señaló la corte en un comunicado.
Según la declaración de la corte, Shigeta tuvo otros niños con madres subrogantes y los cría en Japón y Camboya.
Otro caso muy sonado en Tailandia, y por el que promulgó en 2015 leyes que prohíben a los extranjeros acceder a madres subrogadas, fue el abandono de un bebé con síndrome de Down por una pareja australiana.